Índice "El Comunista" nº74      

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CIRCO PARLAMENTARIO EN EEUU: EL RETORNO DEL BUFÓN

 

 

Las elecciones en EEUU las ha ganado el Partido republicano, con mayoría en el Senado, en el Congreso y Trump vuelto a elegir como Presidente. Pero este mismo Partido republicano hace apenas un año estaba cortocircuitado internamente, como se manifestó con la destitución del speaker de la Cámara de Representantes y las dificultades y trifulcas internas para nombrar a otro. De hecho, hace cuatro años la burguesía estadounidense había huido desesperadamente de la opción del repliegue amurallado (ver “El Comunista”, nº64, agosto 2020, p.19) y se había entregado a la fantasía de la expansión diplomática militar encarnada actualmente por el Partido demócrata. Es más, en el inicio de las primarias se intentó organizar la alternativa a la reelección de Trump, presentándose nada más y nada menos que 8 candidatos. Ron DeSantis incluso reconoció que las elecciones anteriores las habían ganado los demócratas (alta traición dentro del Partido republicano) y Nikki Haley era la favorita de los donantes republicanos, pero todos ellos incluido Mike Pence tuvieron que ir capitulando. El aglomerado heterogéneo que conforma la corte de Trump está llena de antiguos opositores y contrincantes suyos en la política parlamentaria que, sin embargo, se han ido plegando y sumando al caballo ganador.

¿Cómo se ha materializado el proceso por el que el Partido Republicano y, concretamente su corriente aislacionista, ha pasado de ser repudiado por la burguesía estadounidense y de estar inmerso por una lucha intestina paralizante a la aplastante victoria en el circo electoral?

Pues bien, durante estos cuatro años la realidad material de los límites de la promesa de recuperación a través de la expansión política militar de las posiciones perdidas en el periodo previo se ha mostrado frente a la burguesía estadounidense, manifestándose en toda una serie de incapacidades externas e internas (ver “El Comunista”, nº72, marzo 2024, p.27 y 28). Como una alegoría sarcástica, en la escena del circo parlamentario la situación material interna y externa de EEUU se reflejaba, por un lado, la ilusión aislacionista en el bufón Trump y, por el otro, el impotente expansionismo diplomático y militar en el decrépito Biden.

Con un horror creciente la burguesía estadounidense veía su presente y futuro expansionista reflejado en el espejo con cada aparición del decrépito Biden, que perdía el hilo y se quedaba sin memoria, confundiendo al presidente de Ucrania con el de Rusia en la cumbre de la OTAN, etc. Frente a esta visión de su futuro de “impotencia expansiva” se presentaba la opción de la que había escapado también horrorizada hace cuatro años, el repliegue amurallado encarnado por el histriónico Trump.

Ante esta alternativa, fruto de la situación material, se debatían los distintos sectores de la burguesía aunque una serie de procesos internos decantaban la balanza hacia la opción republicana. La anécdota que se necesitaba para terminar de decidir a los dudosos en favor de la opción de Trump la proveyó el “atentado” contra la oreja de Trump. En un mitin electoral, después de agacharse por el ruido de un disparo, el ex y futuro presidente se levantó con la oreja ensangrentada y con el puño en alto, confiado de no estar bajo ningún riesgo, mientras el servicio secreto llevaba a cabo la correspondiente coreografía y era abatido el tirador que había estado a la vista de todo el mundo. En los días sucesivos, Trump asistió a las conferencias y mítines con la completa seguridad de que no sería víctima de un atentado real apareciendo con la oreja vendada (oreja, dicho sea de paso, que sigue tan entera como estaba antes de que un supuesto proyectil la hiciera sangrar a borbotones…), símbolo sintomático del limitado nivel de “heroísmo” al que puede llegar el imperialismo estadounidense en su situación histórica actual.

Desde este momento se multiplicaron las reuniones organizadas por grandes empresas, por el sector financiero y por el sector tecnológico, para desatascar la campaña de Trump y, también en este momento, empezó la apuesta completa de Musk en la carrera para aupar a Trump. La burguesía estadounidense se había encargado de poner al lado del histriónico Trump a los que tienen que modular en la realidad las promesas y bravuconadas del periodo electoral como el nuevo Secretario del Tesoro, ex inversor de Soros, o la integración en la carrera a favor de Trump del renunciado candidato Kennedy.

El aparato demócrata empezó a funcionar a marchas forzadas para eliminar la imagen del cadáver andante que tan gráficamente encarnaba el agotamiento histórico de corriente de expansión diplomática militar del espejo en el que se mira la burguesía estadounidense. Biden fue obligado a desistir y fue sustituido en poco tiempo por otro criminal con el que esta corriente intentaba presentarse con una imagen rejuvenecida: una mujer de color que intentara atraer las simpatías en favor del derecho de aborto en su carrera desesperada, obteniendo a última hora un volumen récord de financiación de la campaña. Incluso prometió integrar a un republicano en su gobierno. Pero era demasiado tarde.

Y no era sólo tarde por el hecho superficial del desfase temporal en la adecuación del candidato. El pinchazo de la promesa de la recuperación de la expansión diplomática militar era un hecho tangible y palpable para la burguesía. El apoyo de la pequeña burguesía, de la aristocracia obrera y de amplios sectores de la clase obrera a la ilusión del repliegue amurallado también. Además, el simulacro de atentado había sido una cuestión de Estado, con participación de los servicios secretos en el episodio “heroico” de la oreja sangrante.

Varios sectores de la burguesía estadounidenses se resistirían, pero una parte importante iría incorporándose al bando del caballo ganador para tratar de hacer valer su parte en el nuevo consejo de administración de los intereses comunes de la burguesía. Finalmente, incluso las corrientes que más intentaron oponerse hasta última hora a la restitución del Partido republicano en el gobierno, se han apresurado a aceptar el resultado electoral y han reclamado y prometido una transición pacífica y ordenada.

Y así es como el grotesco personajillo ha vuelto a ser elegido Presidente de la que ha sido (pero ya no es) la potencia hegemónica del desarrollo del capitalismo posterior a la 2ª guerra mundial, pese a haber ido entrando en contradicción con grandes sectores de la burguesía estadounidense y haber sido repudiado hace cuatro años después del episodio carnavalesco del asalto del Capitolio (ver “El Comunista” , nº65, enero 2021, p.21).

Como resumíamos en septiembre de 2022: “(…) detrás de las bravuconadas del bufón histriónico hay un proceso histórico de mayor calado del cual éste es un mero reflejo y que debe ser indagado y estudiado, del mismo modo que K. Marx explicaba en 1869 en su prólogo a la 2ª edición de “El 18 Brumario de Luis Napoleón Bonaparte”: “Yo, por el contrario, demuestro cómo la lucha de clases creó en Francia las circunstancias y las condiciones que permitieron a un personaje mediocre y grotesco representar el papel de héroe.”.” (El Comunista nº69, septiembre 2022, p.32).

La política de repliegue amurallado no era el mero capricho de un bufón lunático sino el reflejo ideológico en una parte de la burguesía, pequeña burguesía, aristocracia obrera y parte de la clase obrera del hecho de que EEUU después de la segunda guerra mundial no ha podido frenar el desarrollo de las fuerzas productivas en el resto de áreas del mundo en un sentido capitalista, ni tampoco su posterior interconexión, del hecho de que el centro de gravedad del capitalismo se ha desplazado a Asia y de que el reparto del mundo posterior a la segunda matanza mundial ya no se corresponde con la realidad de las relaciones actuales de fuerza entre los distintos imperialismos.

Este repliegue impuesto por la realidad material y la imposibilidad de revertirlo efectivamente, se reflejó ideológicamente en estos sectores como su propia decisión voluntaria de desentenderse del mundo exterior para “hacer de nuevo grande a américa”. La aceleración de este repliegue y la expansión del imperialismo chino para ocupar el vacío dejado sin resistencia, determinaron a la burguesía estadounidense a intentar el golpe de timón hacia la expansión diplomática militar, identificando erróneamente en la voluntad de los individuos lo que es en realidad un proceso material inexorable (ver en “El Comunista” nº65, enero 2021, p.15 y p.18).

Así la fracción partidaria de la expansión diplomática militar tomó el timón pero, pese a una serie de “éxitos” iniciales como las ceremonias rituales de resurrección de la OTAN y el calculado envalentonamiento y atracción de Rusia hacia la trampa preparada en Ucrania, los límites del plan que intentaron desplegar se pusieron de manifiesto en la continuidad fundamental en relación con las políticas arancelarias o en la salida de Afganistán, en la incapacidad de imponer el bloqueo del petróleo ruso, en la ineficacia del intentado aislamiento de Rusia, en la incapacidad de aglutinar a los países del G-20 mientras por el contrario los BRICS han relanzado su existencia con la incorporación de nuevos miembros, etc.

No son las voluntades de tal o cual corriente las que se imponen sobre la realidad material sino, al revés, la realidad material es la que se impone sobre las corrientes determinando no sólo sus actos, sino también sus voluntades y la explicación ideológica que de sus actos y voluntades se forman.

En el momento del anterior reemplazo de títeres realizamos la siguiente valoración: “El repliegue de EEUU y la expansión de China está determinado por la inexorabilidad de las leyes de la producción capitalista a las que la burguesía estadounidense no puede resistirse. El retorno a la estrategia anterior y los frutos que la burguesía estadounidense pueda sacar de ella estarán determinadas por estos hechos materiales: el repliegue continuará o bien el retorno se realizará en condiciones muy inferiores.” (“El Comunista” nº65, enero 2021, p.15). Y así ha sido efectivamente.

Es precisamente el agotamiento material del intento de expansión diplomático y militar lo que se ha manifestado en la voluntad de la burguesía estadounidense de intentar una segunda edición del repliegue amurallado, integrando no obstante en este segundo intento los intereses y perspectivas de sectores de la burguesía estadounidense que habían quedado más bien fuera de su versión anterior: entre ellos, el sector financiero y el sector tecnológico.

Y al mismo tiempo, lo que pueda hacer o dejar de hacer la nueva corriente gobernante de EEUU, (hasta qué punto podrá dejar caer la anterior línea de actuación en Ucrania u Oriente Medio y en qué medida podrá llevar a cabo sus promesas de aislamiento en materia de aranceles, inmigración, etc.) no lo va a determinar ni su programa ni sus promesas electorales, sino la realidad material en la que se traducen el desarrollo de las fuerzas productivas, el desplazamiento del centro de gravedad del capitalismo, la ruptura del reparto del mundo, y la loca carrera de la acumulación por la acumulación que inunda los mercados hacia la crisis de sobreproducción.

 

Plataformas tecnológicas

La incorporación de importantes sectores de Silicon Valley al apoyo de la candidatura republicana se había ido produciendo con antelación y el premio por su temprana incorporación lo tienen Musk y Ramaswamy que serán los encargados de auditar las cuentas del Gobierno a través del pomposo Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE).

Esta transición había sido preparada con antelación con todo el proceso de compra de Twitter y su conversión en X por parte del CEO de Tesla y SpaceX; proceso destinado a rehabilitar en las redes sociales al repudiado Trump al que empresas como Meta (Facebook e Instagram) y Twitter habían suspendido los perfiles.

Más recientemente se ha producido la conversión del CEO de Meta y del fundador de Amazon que vetó que el Washington Post hiciera público su tradicional apoyo al candidato demócrata.

Meta ha pasado de ser para Trump “un enemigo del pueblo” (Expansión, 12-03-2024) a donar un millón (seguido inmediatamente por otro millón por parte de Amazon) para el acto de investidura del nuevo presidente. Los directivos de ambas empresas participaron en el goteo de cenas exclusivas en la mansión del presidente electo para rendirle pleitesía y tratar de hacerse perdonar las rencillas pasadas.

Empresas como Meta han pasado de manipular los resultados de las búsquedas y ejercer censura sobre los contenidos para perjudicar al Partido republicano,  suspender los perfiles de Trump en sus redes, etc. (ver en “El Comunista” nº64, agosto 2020, p.20, “El Comunista” nº65, enero 2021, p.21  y en “El Comunista” nº69, septiembre 2022, p.31); a contratar como director de asuntos globales a un republicano afín a Trump y a poner su censura al servicio de la nueva fracción gobernante bajo la apariencia de “dejarla en manos de los usuarios”.

Este alineamiento es producto en términos generales de la falta de perspectiva de la ilusión de expansión diplomática y militar pero también de otros factores: la rectificación de tiro en cuanto a la mano de obra cualificada por parte de Trump, la necesidad que han sentido estas empresas tecnológicas de buscar el arropamiento del Estado y el desplazamiento demográfico y empresarial hacia el sureste de EEUU.

La importancia de estas redes sociales para la conformación de la denominada “opinión pública”, su capacidad para custodiar y acceder a una gran cantidad de información de las empresas y su poder para facilitar o impedir a otros la concurrencia dentro de sus propias plataformas, las hace materia de disputa entre las distintas corrientes de la burguesía local y mundial que tratan de imponerse unas a otras. La presión se ejerce a través de la retirada o afluencia de anunciantes pero también a base de multas, pronunciamientos judiciales y prohibiciones.

En los propios EEUU se han dado pronunciamientos judiciales contra ellas producto de la lucha intestina entre “pequeño” y “gran” capital, como el siguiente: “Un tribunal de EEUU ha ordenado a Google que abra su sistema operativo Android a los rivales permitiéndoles crear sus propias tiendas de aplicaciones y sistemas de pagos para competir con Google Play.” (Expansión, 09-10-2024) e incluso se plantea la posible división de Google después de un “caso histórico en agosto, cuando un juez dictaminó que Google había violado la legislación antimonopolio estadounidense y calificó a la empresa de ‘monopolista’.” (Expansión, 10-10-2024).

Fuera de los EEUU, la UE en especial ejerce contra ellas una presión continua a base de multas, requerimientos y sanciones. El nuevo presidente de EEUU “(…), arremetió contra los reguladores de la Unión Europea por atacar a Apple Inc, Google de Alphabet Inc y Meta Platforms Inc,  (…) “Estas son empresas estadounidenses, nos guste o no”, dijo Trump en comentarios en el Foro Económico Mundial de Davos. "No deberían hacer eso. Eso es, en lo que a mí respecta, una forma de gravamen. Tenemos grandes quejas con la UE".(…) Trump se refirió específicamente a un caso judicial que Apple perdió el año pasado por una factura fiscal irlandesa de 13.000 millones de euros (14.400 millones de dólares).” (Bloomberg, 23-01-2025).

El proceso de prohibición de TikTok en EEUU ha ido siguiendo etapas sucesivas. Fue el propio Trump quien inició el proceso para obligar a la venta o cierre de TikTok, considerado una herramienta de influencia china. Más recientemente, se opuso al cierre por considerar que Meta quedaría como gran privilegiado mediático y sin competidor al mismo tiempo que una parte importante de la propaganda electoral de Trump se desarrollaba en la plataforma de TikTok. En el caso de TikTok se añaden los hechos del control por parte del Gobierno chino y de la prohibición en territorio chino de las plataformas estadounidenses. Son sintomáticas las declaraciones de Musk que se manifestaba favorable a la continuidad de esta plataforma pero reclamando que si TikTok puede operar en EEUU su plataforma X también debería poder operar en China. El culebrón ha seguido con la presión realizada por el cierre completo por parte de ByteDance, tanto de TikTok como de otras aplicaciones (cierre que no era necesario al estar sólo prohibida la nueva distribución de las apps); la cual ha forzado por parte del nuevo Presidente la extensión por 75 días de la habilitación para Google y Apple de distribuir estas aplicaciones en sus tiendas virtuales.

Como otra muestra de este acercamiento entre la corriente aislacionista y las tecnológicas, después de desregular la inteligencia artificial (IA)“se dio a conocer una ‘joint venture’ sobre infraestructura de centros de datos con SoftBank Group Corp, OpenAI y Oracle Corp. La asociación, conocida como Stargate, desplegará 100.000 millones de dólares ‘inmediatamente’ y tiene el objetivo de aumentar hasta ‘al menos’ 500.000 millones de dólares para construir nuevas infraestructuras para OpenAI, incluidos centros de datos y campus físicos (…).” (Bloomberg, 23-01-2025). En la casa de locos de la anarquía de la producción, como no podía ser de otra manera, esta iniciativa cuenta con la oposición de Musk que tiene sus propios planes para la IA.

Tan sólo algunos días después de esta pomposa proclama augurándose “la predominancia de EEEUU en la IA”, ha irrumpido con fuerza la empresa china DeepSeek que con menor gasto energético, chips menos avanzados y con el código abierto tiene el mismo rendimiento que los modelos estadounidenses más avanzados. El resultado inmediato: las acciones de Nvidia han tenido una caída de 589.000 millones (la mayor caída de la historia)  y las acciones de Microsoft también están cayendo.

 

Desplazamiento demográfico y empresarial

El acercamiento de las empresas tecnológicas e industriales al regazo del Partido republicano se ha ido fraguando también a través de un desplazamiento demográfico e industrial hacia el Sur de EEUU que se inició paulatinamente hace una década pero empezó a acelerarse con los confinamientos en 2020: “En términos más generales, todo el Sur desde aquí, al norte hasta Kentucky y al oeste hasta Texas es el lugar al que se trasladan las empresas, se crean puestos de trabajo y se compran viviendas.(…) Por primera vez, seis estados de rápido crecimiento del Sur – Florida, Texas, Georgia, las Carolinas y Tennessee – contribuyen más al PIB nacional que el Noreste, con su corredor Washington-Nueva York-Boston (…). Una avalancha de traslados ayudó a dirigir unos 100.000 millones de dólares en nuevos ingresos al sureste sólo en 2020 y 2021, mientras que el noreste se desangró unos 60.000 millones, (…). El sudeste representó más de dos tercios de todo el crecimiento del empleo en los EEUU desde principios de 2020, casi duplicando su participación anterior a la pandemia.

Y fue el hogar de 10 de las 15 grandes ciudades estadounidenses de más rápido crecimiento. (…) ‘Ahora tenemos más empleados en Texas que en Nueva York. No debería haber sido así’, dijo el Consejero Delegado de JPMorgan Chase & Co. Jamie Dimon,  (…).” (Bloomberg, 29-06-2023).

 

 

Los motivos son el espacio disponible, una mejor conexión con el sudeste asiático, menos impuestos y menos regulación:

“A medida que la producción destinada a la exportación desde China a EEUU se desplaza al sur de Asia, la ventaja geográfica se inclina hacia la costa este, que cuenta con entregas más rápidas a través del Canal de Suez y del Atlántico desde países como India y Sri Lanka. [El puerto de]Savannah también se beneficiará de una serie de factores internos, como el desplazamiento de la población estadounidense hacia los estados en auge del Cinturón del Sol, una creciente industria automovilística en el Sur y algo de lo que carecen los puertos hacinados en las mayores ciudades del país: bienes inmuebles, junto con la voluntad política de expandirse.” (Bloomberg, 14-05-2024).

 

 

  

“El fundador de Amazon, Jeff Bezos, es la última gran fortuna que se ha mudado este año a Miami  (…) El éxodo de Wall Street es más que palpable. En los últimos años, figuras tan conocidas como la inversora Cathie Wood, fundadora de Ark Invest, se han mudado a Florida. O el multimillonario Carl Icahn, accionista de referencia de compañías como Apple o Netflix, que hace unos meses dejó su Nueva York natal para instalarse en el soleado municipio de Sunny Isles Beach. (…) Los grandes polos económicos de EEUU son Nueva York (Wall Street), San Francisco (Silicon Valley), Washington DC (el Capitolio) y Los Ángeles (Hollywood). Sin embargo, las ventajas fiscales puestas en marcha por otras regiones están desplazando el poder de estas cuatro ciudades. Miami (Florida) es la nueva plaza financiera low cost, mientras que Dallas (Texas), Houston (Texas) y Nashville (Tennessee) se han convertido en la alternativa barata a San Francisco. Gigantes como Tesla y Apple no han dudado en expandir aquí sus centros operativos e, incluso, trasladar su sede corporativa.” (Expansión, 22-11-2023).

“Sólo un año después [2014], la automotriz Toyota anunció el traslado de su sede estadounidense a la Estrella Solitaria. Desde entonces, cientos de empresas de diversas industrias, pero principalmente tecnológicas, han seguido el ejemplo, atraídas por la mínima intervención del Estado en materia de impuestos y regulación. Oracle, HP, 8VC, Dropbox, todo el imperio corporativo de Elon Musk y la última en dar el paso hace sólo unos días: Meta. (…) De las aproximadamente 300 empresas que llegaron a Texas entre 2015 y el año pasado, más de la mitad han llegado de California. A día de hoy, son ya 55 empresas del Fortune 500, la cantidad más alta en cualquier estado, lo que lo convierte en toda una potencia económica. Tanto, que si fuera un país, Texas contaría con la octava economía más grande del mundo” (El Confidencial, 13-01-2025).

 

Procesos judiciales

Pese a la apuesta de la fracción partidaria de la expansión diplomática y militar por intentar meter entre rejas o inhabilitar a Donald Trump, lo cierto es que cada vez que parecía que se acercaban a su objetivo, el sistema judicial ha ido postergando las actuaciones, llevándolas a un punto muerto, o anulándolas.

Las contradicciones internas de la burguesía estadounidense – incrementadas por su proceso de repliegue material – se han manifestado en los fallos contradictorios pero la resultante de estos fallos ha sido una inmunidad de facto. El motivo de este resultado es por un lado la existencia de una masa social detrás de las bravuconadas del bufón pero también en gran medida la falta de perspectiva material que ha demostrado el planteamiento alternativo, que no ha podido – la realidad material no le permitía esta posibilidad – cumplir su auspicio de recuperar todas las posiciones perdidas.

Incluso el veredicto que le declaraba culpable de 34 delitos que podrían acarrearle hasta 4 años de cárcel facilitó el papel de mártir perseguido del bufón Trump. Este hecho se tradujo en un incremento en la recaudación para su campaña e incluso en declaraciones de varias figuras de Wall Street (anteriormente contrarios a Trump) en contra del veredicto. “Jamie Dimon, [JPMorgan] pocas horas después del veredicto, destacó que el expresidente hizo que 74 millones de personas votaran por él en 2020 y subrayó la necesidad de respetarlos. (…) Las declaraciones eran un eco de los comentarios que Dimon hizo en el Foro Económico Mundial de Davos de Davos a principios de año, cuando dijo que Trump tenía ‘algo de razón’ en ciertas políticas y que los demócratas deberían ‘ser un poco más respetuosos’ con sus seguidores.” (Bloomberg, 31-05-2024). Los motivos son pues la admisión de la existencia de una masa social detrás del personajillo, la admisión de lo inevitable de determinadas políticas que los demócratas han tenido que continuar, motivos a los que hay que sumar la promesa electoral de reducir los impuestos a las grandes fortunas y el desplazamiento demográfico y empresarial hacia el Sur que hemos visto más arriba.

La burla judicial burguesa ha llegado a una de sus expresiones catárticas con la posterior “condena” a la “exoneración incondicional” para hacer cumplir solemnemente ese veredicto dejándolo en nada. Y para acabar de mostrar la arbitrariedad de clase de la justicia burguesa tanto el presidente saliente como el entrante han hecho un festival de indultos, el saliente para indultar a toda su familia y extender una serie de indultos preventivos, y el entrante para indultar a los 1.500 condenados por los episodios del asalto carnavalesco al Capitolio.

 

La situación de la clase obrera

La situación interna de EEUU continúa degradándose, afectando las condiciones materiales de vida de la clase obrera y de la pequeña burguesía en vías de proletarización. Los siguientes datos son un bosquejo de la situación en cuanto a inseguridad alimentaria, en cuanto a la vivienda y los desahucios, los suicidios, el consumo de drogas, la salud mental, los homicidios y la cobertura sanitaria.

“El 13,5% (18,0 millones) de los hogares estadounidenses sufrieron inseguridad alimentaria en algún momento durante 2023. (…) La inseguridad alimentaria en los hogares afectó al 17,9% (6,5 millones) de los hogares con niños en 2023”.

En cuanto a la vivienda: “Entre 2015 y 2024, los precios han aumentado un 54% en EEUU, un 32% en China y casi un 15% en la UE (…). En Estados Unidos (…) el 20% de los inquilinos destinan más del 40% de sus ingresos a la vivienda (…).” (El País, 15-09-2024). “Las solicitudes de desahucio son más de un 50% superiores a la media anterior a la pandemia en algunas ciudades, según el Eviction Lab, que realiza un seguimiento de las solicitudes en casi tres docenas de ciudades y 10 estados. Los propietarios presentan unos 3,6 millones de casos de desahucio al año.” (Associated Press, 17-06-2023).“Alrededor de 653.000 personas se encontraban sin techo, la cifra más alta desde que el país empezó a utilizar la encuesta anual puntual en 2007. El total del recuento de enero representa un aumento de unas 70.650 personas con respecto al año anterior.” (Associated Press, 16-12-2023).

“El número de suicidios en 2021 en Estados Unidos creció en 2.212 personas, hasta los 48.152 suicidios, así pues en Estados Unidos se suicidan de media 132 personas cada día.

Esta cifra supone que la tasa de suicidios en Estados Unidos es de 14,5 por cada 100.000 habitantes, muy por encima de la media de suicidios a nivel mundial, que es de 9,14 por cada 100.000 habitantes.” (Centros para el control y prevención de enfermedades, 10-09-2024).

“Por primera vez, desde que se hacen estadísticas, la marihuana ha superado al alcohol como droga de elección diaria para los estadounidenses. En el 2022 hubo 17,7 millones de personas que informaron haber consumido cannabis todos los días o casi todos los días. (…) el uso de la marihuana ha trepado un 269% del 2008 al 2022, cosa que corresponde con los esfuerzos para la legalización.” (La Vanguardia, 28-05-2024).

En cuanto a las armas de fuego, en EEUU hay “más de 1.500 víctimas al año por disparos no intencionados (…) Cerca de 20.000 homicidios cada año por armas de fuego. Más de 35.000 heridos. Cada día hay al menos dos tiroteos masivos en alguna parte de EEUU.” (Expansión, 23-03-2024).

“(…) dos son los factores principales que han convertido el metro [de Nueva York]en algo parecido al salvaje oeste: el gran volumen de indigentes con problemas mentales que malviven en sus instalaciones y la tendencia al alza en el número de permisos de armas que los neoyorquinos han solicitado desde que un fallo del Tribunal Supremo en 2022 liberalizó las estrictas leyes del Estado. El año pasado, la división de licencias de la Policía recibió 13.369 solicitudes para tener una pistola o un rifle en casa, un 80% más que en 2022 y casi el triple que en 2019.” (El País, 07-04-2024). La respuesta a la situación descrita: “la gobernadora de Nueva York, acaba de desplegar a cerca de un millar de soldados de la Guardia Nacional armados con fusiles de asalto que están realizando registros masivos entre los pasajeros [del metro]. (Expansión, 23-03-2024).

La evolución de estos factores junto con la inseguridad de la pequeña burguesía comercial ante los robos ha sido un elemento que ha sustentado el retorno del Partido republicano al gobierno.

“Los comercios han experimentado un aumento espectacular de las pérdidas por robos. En 2022 representaron 112.100 millones de dólares, frente a 93.900 millones en 2021, según la encuesta Nacional de Seguridad Minorista 2023 (…) Ante la delincuencia, un 30% de las empresas ha optado por reducir o variar la selección de productos en las tiendas, un 45% ha recortado los horarios y hay un 28% que, como Target, ha optado por la solución más drástica: cerrar tiendas. Aunque más drástica es la visión de Donald Trump, expuesta el viernes en un acto en California: ‘Muy simple, si robas una tienda, puedes esperar que te disparen a la salida ¡Alcanzado!” (El País, 01-10-2023).

Sintomáticamente, Geo Group, la segunda mayor gestora de cárceles y centros de salud mental del mundo, sube un 85% en Bolsa desde que el cinco de noviembre se conoció la victoria de Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos. El día siguiente se disparó el 42,1%”   (Expansión, 20-11-2024).

En cuanto a la sanidad:“Más de la mitad (56%) de los adultos estadounidenses en edad laboral estuvieron asegurados todo el año con una cobertura adecuada para garantizar un acceso asequible a la atención sanitaria. (…) el 9% de los adultos no estaban asegurados, el 12% tenían un vacío en la cobertura durante el año pasado, y el 23% estaban infraasegurados, lo que significa que tenían cobertura durante un año completo que no les proporcionaba un acceso asequible a la atención sanitaria. (…) Casi tres de cada cinco (57%) adultos infrasegurados afirmaron que evitaban recibir la atención sanitaria necesaria debido a su coste; el 44% afirmó tener deudas médicas u odontológicas que estaban pagando a plazos. (…) Casi la mitad de los adultos (48%) con deudas médicas están pagando 2.000 dólares o más; la mitad de los que tienen deudas dijeron que se derivaban de una estancia hospitalaria.” (Estado de la cobertura sanitaria en EEUU, 21-11-2024).

Aunque las virtudes reales de tener un seguro médico son altamente discutibles… Significativamente, en diciembre de 2024 fue asesinado el consejero de United Healthcare (mayor aseguradora privada por cuota de mercado y que cobra a más de 49 millones de estadounidenses por el seguro médico). Cuando la noticia fue anunciada recibió “23.000 emojis de celebración (…) antes de ser retirada por la compañía.” (El País, 08-12-2024). El motivo del regocijo por su muerte son los sistemáticos rechazos de cobertura médica con los que se estafa y condena al deterioro de la salud y a la muerte prematura a la clase obrera. A modo de ejemplo: “la tasa de denegación de cobertura de personas mayores que habían sufrido caídas o derrames cerebrales aumentó el 22,7% en 2022, desde el 10,9% en 2020”. Pese a las insuficiencias de este tipo de acciones individuales, el mensaje de la liquidación del parásito se hizo sentir y, mientras que las empresas se apresuraban a sacar los organigramas y fotos de sus directivos de sus páginas web, “la aseguradora Anthem Blue Cross Blue Shield anuló el jueves, menos de 24 horas después (…), una nueva política que limitaba la cobertura de la anestesia durante las intervenciones quirúrgicas.” (El País, 08-12-2024).

Sólo una revolución proletaria saldará verdaderamente las cuentas con estos matasanos al mismo tiempo que aplicará un punto fundamental del programa revolucionario inmediato[1]: “rápida abolición de la seguridad social de tipo mercantil”, es decir, la eliminación del carácter mercantil del acceso al fondo de consumo y a los medios sanitarios de los que no puedan trabajar. Lo que en la sociedad capitalista es un enredo jurídico y una estafa material permanente para la clase obrera, podrá ser reemplazado por criterios de una sencillez extrema: obligación general de trabajar y acceso garantizado tanto al fondo común de consumo como a los medios sanitarios disponibles tanto para los que trabajan como para los que por razones justificadas no pueden trabajar. Entre las deducciones del producto social antes de llegar a la cuota de consumo individual de las que habla Marx en la Crítica al programa de Gotha, al hablar de la primera fase del socialismo, se encuentran los medios sanitarios, con la siguiente significativa observación adicional: “Segundo: la parte que se destine a satisfacer necesidades colectivas, tales como escuelas, instituciones sanitarias, etc. Esta parte aumentará considerablemente desde el primer momento, en comparación con la sociedad actual, y seguirá aumentando en la medida en que la nueva sociedad se desarrolle.” (Crítica al programa de Gotha, K. Marx, 1875).

 

La camisa de fuerza del sindicalismo integrado

Como hemos visto en el artículo precedente de este número de la revista, la tasa de desempleo en EEUU se ha mantenido y se mantiene históricamente baja en torno a un 4%. Pudimos ver en “El Comunista” nº68 (abril 2022, p.13) que, la escasez de mercancía fuerza trabajo para cubrir los trabajos más duros, hizo que el crecimiento salarial medio de las categorías peor pagadas fuera superior que el de aquellas con mayores ingresos y, también, la indignación de la burguesía ante tal situación.

Los que se quedaban rezagados en comparación con el incremento de la inflación fueron los grupos de la aristocracia obrera o cercanos a la misma por sus condiciones de trabajo y poder adquisitivo. Esto es lo que ha producido la serie de huelgas como las de los guionistas, la del automóvil, la de Boeing, la de los estibadores, etc. Estas huelgas se han caracterizado en algunos casos por ser bastante largas (por ejemplo, guionistas: 148 días, automóvil: 45 días, Boeing: 53 días), conseguir aumentos relativos computados en varios años[2] (por ejemplo: Boeing 38% en cuatro años, estibadores: 62% en seis años, automóvil: 11% más un 25% en cuatro años) y… en no haber supuesto ninguna ruptura con el sindicalismo integrado ni con el parlamentarismo, dejándose cortejar por ambos bandos del circo parlamentario.

En el gráfico siguiente con los datos de la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS, por sus siglas en inglés) se puede ver el repunte reciente en el número de trabajadores involucrados en una huelga o cierre patronal (mucho más escasos) y también el proceso previo de descenso sostenido desde los años 70:

 

 

Una jugada electoral que le ha salido bien al Partido Republicano (luego copiado por el Partido Demócrata) ha sido la promesa de eximir de impuestos a las propinas. La situación de fondo: “se puede pagar a alguien que cobra propinas solo 2,13 dólares la hora (…) Ese sistema de salario submínimo persiste en 43 de los 50 Estados.” (El País, 27-10-2024). Cualquier reclamación sindical mínimamente seria debería exigir como punto de partida el drástico incremento de este salario submínimo hasta por lo menos el salario mínimo, si no más. Pero prometiendo la exención fiscal de las propinas el Partido Republicano se granjeó la simpatía de un sector especialmente explotado de la clase obrera, manteniendo el núcleo real del mecanismo por el que la patronal de la hostelería puede pagar salarios mucho más bajos y, además, la clase obrera explotada en este sector está sometida a un servilismo acentuado frente a las exigencias del cliente. No por casualidad, en los primeros años después de la Revolución de Octubre los camareros en Rusia impusieron el rechazo a la existencia misma de propinas.

La corriente partidaria de la expansión diplomático-militar trató de lanzar una edición del New Deal (ver “El Comunista” nº66, julio 2021, p.25) que combinaba un incremento en el gasto estatal con el incentivo a la creación y el desarrollo de la camisa de fuerza del sindicalismo integrado.

Cuatro años después, la corriente partidaria del repliegue amurallado ha conseguido ganarse el apoyo de amplios sectores de la clase obrera. Esta capacidad de ilusionar a amplios sectores de la clase obrera a través del estupefaciente social que es la democracia parlamentaria ha sido un factor decisivo en el proceso de convencimiento de gran parte de la burguesía estadounidense de intentar por segunda vez la opción del repliegue amurallado.

El multimillonario que fuera mano derecha de George Soros en los ataques contra la libra esterlina y el yen, hoy Secretario del Tesoro bajo el nuevo gobierno, se explicaba en estos términos, en la recta final de la campaña electoral: “’una de las cosas más importantes’ que hizo Trump fue convertir al GOP (el Partido Republicano) en ‘el partido de la clase trabajadora’.” (Expansión, 15-10-2024).

Este apoyo social es una baza necesaria en un Estado en el que la falta de perspectivas de mantenimiento de sus posiciones diplomáticas, comerciales y militares a nivel mundial condenan a una serie creciente de antagonismos y conflictos internos. Y mientras el candidato multimillonario republicano cortejaban el corporativismo obrero sin complejos, la “sólo-millonaria” candidata demócrata sentía la necesidad de dar explicaciones definiéndose como “una ‘capitalista’ que cree en ‘mercados libres y justos’ y en una ‘asociación activa entre el Gobierno y el sector privado’.” (Financial Times, 26-09-2024).

Una vez ganadas las elecciones, por parte del Partido Republicano se ha nominado como Secretaria de Trabajo a Lori Chavez-Dereme, con amplios apoyos en el sindicalismo integrado y partidaria de la Ley de Protección del Derecho a Sindicalizarse (Protecting the Right to Organize Act ), legislación que facilitaría la formación de sindicatos a nivel federal. Este es un elemento más de la continuidad que imponen las circunstancias materiales a las dos corrientes contendientes, continuidad en este caso con el desarrollo de esta faceta del intento de reedición del New Deal: el reforzamiento de la camisa de fuerza del sindicalismo integrado.

 

Inmigración

Una de las banderas de la corriente aislacionista es frenar en seco la inmigración y deportar a los inmigrantes que no tengan los papeles en regla. De hecho, entre las primeras órdenes ejecutivas del nuevo Presidente se encuentran suspender el asilo, suspender el derecho de nacionalidad por nacimiento y declarar la emergencia nacional en la frontera sur y enviar a la Guardia Nacional, como ya había hecho en abril de 2024 el gobernador republicano de Texas.

Hay que recordar que en junio el propio Biden, pese a su discurso y la orden para regularizar a los inmigrantes sin papeles casados con un estadounidense, había firmado “una orden ejecutiva que le permitirá cerrar temporalmente la frontera con México y suspender la recepción de solicitudes de asilo cuando el número de detenciones diarias de migrantes fuera de los puertos oficiales supere el umbral de 2.500 al día. La iniciativa dará a los agentes fronterizos la autoridad de deportar a las personas que crucen de manera irregular sin darles la oportunidad de presentar un caso de asilo.” (La Vanguardia, 05-06-2024).

Como expusimos aportando datos en “El Comunista” nº64 (agosto 2020, p.20): “La interdependencia del mercado mundial en el cual se encuentra sumergido EEUU y del que no puede ni podrá salir es absoluta: la economía estadounidense depende completamente del mercado mundial incluso para la fuerza de trabajo”. Las empresas estadounidenses se nutren de la explotación de la clase obrera nativa y extranjera, necesitando una gran afluencia de mercancía fuerza de trabajo que no esté regularizada para poderle imponer condiciones peores y redoblar su explotación. Es esta necesidad del capitalismo de EEUU lo que los demócratas protegen vistiéndolo de filantropía hacia los inmigrantes. La presentación ideológica de la corriente aislacionista no se corresponde a una posibilidad real de llevarla a cabo sino que es apta sólo para producir una situación de desamparo completo de los asalariados que en última instancia beneficia a sus explotadores, aunque en su implementación se produzcan desajustes e inconvenientes para estos últimos.

Estas son las declaraciones de un pequeño burgués agrícola, votante republicano: “’Tenemos que asegurar nuestras fronteras al sur y al norte, pero hay que tener mano de obra en este país’, dijo DiMare, cuya familia tiene 1.600 hectáreas de explotaciones en Florida y California. ‘No hay duda de que eso va a restringir y presionar la agricultura y muchas otras industrias que dependen de esta mano de obra’. Y es que las granjas estadounidenses funcionan con un ejército de más de 850.000 trabajadores agrícolas, casi la mitad de los cuales, según el Departamento de Agricultura, son indocumentados. (…) Unos 160.000 se mueven con las estaciones (…) Este complejo sistema  sustenta el suministro de alimentos relativamente baratos de Estados Unidos.” (Bloomberg, 17-01-2025).

El problema para este sector de la pequeña y mediana burguesía es de costes salariales: “Desde que el gobernador Ron DeSantis impulsó una de las leyes estatales de inmigración más estrictas del país, más agricultores se han visto obligados a pagar salarios mucho más altos a los trabajadores invitados para reemplazar a los trabajadores indocumentados – un mandato federal de 16,23 dólares la hora en lugar de unos 10 dólares en efectivo por recoger tomates.” (Bloomberg, 17-01-2025) y también de escasez de suministro de la mercancía fuerza de trabajo: “Ya es difícil encontrar trabajadores en México dispuestos a dejar a sus familias durante meses debido al aumento de los salarios y del empleo en su país, dijo Myers, que contrata a unos 90 trabajadores H-2A al año. Si los agricultores ‘tuvieran que sustituir a cada documentado falsamente por un trabajador H-2A, no sería posible’.” (Bloomberg, 17-01-2025).

A la explotación inherente al trabajo asalariado, se suma un abuso permanente sobre los asalariados sin papeles e incluso con papeles: “El sistema H-2A también está plagado de abusos. El Departamento de Trabajo ha prohibido a docenas de intermediarios laborales por ilegalidades que van desde el cobro de tasas por una plaza de visado, la acumulación de deudas por el transporte y las comidas.” (Bloomberg, 17-01-2025).

Cuando entró en vigor en Florida la ley que endurecía la represión contra el proletariado inmigrante, las declaraciones de un pastor evangélico de la zona fueron las siguientes: “El día en que la 1718 entró en vigor nos reunimos con el jefe de policía y otras autoridades locales; nos dijeron que no están aquí para pedir papeles (…) Las redadas de inmigrantes no son cosa suya, sino del ICE y no dan abasto”. (El País, 23-07-2023). Es decir, la burguesía local y sus herramientas de opresión local no iban a ponerse trabas a ellos mismos en la explotación.

Pero parece que la maquinaria de represión anti-obrera esta vez ha empezado a funcionar: “Hay indicios de que las redadas ya están empezando: El 7 de enero, agentes de la Patrulla Fronteriza hicieron redadas en negocios donde se congregan recolectores de naranjas inmigrantes en los alrededores de Bakersfield, California, en lo que se denominó Operación Devolver al Origen. Otros migrantes temerosos de ser detenidos se quedaron en casa sin trabajar durante varios días, abandonando los cultivos, informó CalMatters.” (Bloomberg, 17-01-2025). Y los representantes de la patronal agraria han empezado a quejarse: “’No recuerdo haber oído hablar de ausencias o de mucho miedo entre los trabajadores antes de las amenazas del presidente electo’, dijo Michael Marsh, presidente del Consejo Nacional de Empresarios agrícolas.” (Bloomberg, 17-01-2025).

Las promesas electorales del bufón Trump chocan contra esta realidad material de las necesidades del capitalismo estadounidense. Deberían chocar contra una red organizada de trabajadores nativos e inmigrantes que plantara cara a todas estas MEDIDAS ANTIOBRERAS, tanto del actual gobierno como del anterior, extendiendo la lucha, la solidaridad y el sindicalismo de clase, caldo de cultivo para la introducción de los principios y fines comunistas. Pero la cruda realidad es que esta organización no existe aún y la actuación empresarial anti-obrera choca principalmente consigo misma. La evolución de los conflictos internos del callejón sin salida en el que se va adentrando el capitalismo estadounidense va a determinar la profundidad real del intento del actual gobierno.

Precisamente una parte del apoyo de las grandes tecnológicas se debe a un cambio de rumbo en cuanto a los visados H1-B en el discurso de Trump. Esto no quiere decir ni mucho menos que haya una posición unánime en la amalgama de intereses contradictorios que conforman el actual Partido Republicano. Pero la integración de los intereses de estas empresas en este segundo intento de repliegue amurallado es evidente cuando el bufón Trump sale al paso de la polémica en sus filas declarando: “’Siempre he estado a favor de los visados’, dijo Trump al Post en una entrevista telefónica. ‘He sido un creyente en el H-1B. Lo he utilizado muchas veces’. ‘Te gradúas en una universidad, creo que deberías obtener automáticamente como parte de tu diploma una green card para poder quedarte en este país y eso incluye también a las universidades junior’, dijo Trump.” (Bloomberg, 28-12-2024).

 En el anterior mandato se restringieron varios tipos de visados, incluyendo el H-1B entrando en conflicto con las tecnológicas, como sucedería si se restringieran ahora: “’Hay una escasez permanente de excelentes talentos en ingeniería. Es el factor limitante fundamental en Silicon Valley’, escribió previamente en X Musk, que utilizó un visado H-1B para trabajar en EEUU.” (Bloomberg, 28-12-2024).

 

El acceso al aborto

La escasez de mano de obra, el envejecimiento de la población productiva y la necesidad de carne de cañón en caso de guerra impulsan a sectores de la burguesía estadounidense a limitar el acceso al aborto. Como consecuencia de la decisión del Tribunal Supremo en 2022 de eliminar la protección federal del derecho al aborto y otorgar a cada estado el poder de legislar sobre el tema, en  diez estados se realizaron votaciones sobre el acceso al aborto junto con las elecciones presidenciales. Se aprobaron enmiendas favorables al aborto en Arizona, Missouri, Nevada, Montana, Colorado, Nueva York y Maryland, con una legislación más restrictiva en Dakota del Sur y en Nebraska.

Ningún referéndum puede dar garantías estables al respecto, sólo la organización de lucha de la clase obrera y el derrocamiento del aparato de dominación de clase de la burguesía pueden impedir este derecho de injerencia de la burguesía en la reproducción de la clase obrera. La posición de los comunistas en relación al aborto está publicada en el artículo “Contra el interclasismo en la cuestión femenina” (El Comunista nº55, pág. 36): “Igual que más arriba hemos denunciado que no se puede pretender “emancipar a la mujer” de su carácter de mercancía sin abolir el carácter general de mercancía de todos los trabajadores y eliminando el carácter mercantil capitalista de las relaciones de producción actuales, tenemos que afirmar taxativamente que, en estas condiciones de esclavitud, es un deber ineludible para todos los miembros de la clase obrera de ambos sexos luchar para impedir que la clase de los esclavistas modernos tenga la más mínima posibilidad de injerencia en la decisión de las mujeres de nuestra clase de quedarse embarazadas o abortar en un momento dado”.

 

Retomando los pasos del aislamiento diplomático

Entre los primeros pasos del segundo intento de repliegue amurallado, se cuentan varios de índole aislacionista, algunos incluso previos a la investidura, vinculados con el planteamiento de fomentar la explotación del negocio del petróleo. “La Reserva Federal se ha retirado de la Red de Bancos Centrales y Supervisores para la Ecologización del Sistema Financiero, una coalición mundial de bancos centrales comprometida con el estudio del riesgo climático que se puso en marcha en 2017” (Bloomberg, 17-01-2025) y le ha seguido la Corporación Federal de Seguros de Depósitos (FDIC, por sus siglas en inglés). Por su lado, “los seis mayores bancos de EE.UU. han abandonado el grupo de fijación de objetivos de emisiones netas cero del sector bancario mundial, (...) JP Morgan ha sido el último en retirarse de la Alianza Bancaria Neto Cero (NZBA), patrocinada por la ONU, tras Citigroup, Bank of America, Morgan Stanley, Wells Fargo y Goldman Sachs. Las seis se han retirado desde principios de diciembre.” (The Guardian, 08-01-2025).

Entre las primeras órdenes ejecutivas están también la salida del Acuerdo de París (tratado para la limitación de calentamiento global) y de la Organización Mundial de la Salud.

 

El techo de deuda y la división entre republicanos

En la elección del speaker de la Cámara de Representantes es uno de los momentos donde el Partido republicano ha dado reiteradamente muestras más visibles de sus diferencias internas y de la lucha entre ellas. En enero de 2023, fueron necesarias 15 rondas de votación (el máximo desde 1859) para elegir a McCarthy como speaker, elegido con la abstención final de 6 republicanos. Esta elección tenía como premisa la posibilidad de destituirlo fulminantemente en caso de no cumplir los compromisos con el techo de deuda. Y así fue, en octubre de 2023 era destituido por una moción de censura de su propio partido por su acuerdo con el presidente para elevar el techo de deuda y evitar un cierre del gobierno. Y otra vez, el Partido republicano volvió a hacer una demostración de los intereses contrapuestos en su seno. Primero intentaron elegir infructuosamente a su propio candidato nominado Steve Scalise, luego intentaron nominar a Jordan que desistió por la oposición interna y, finalmente, nominaron y eligieron al actual Mike Johnson que igualmente necesitó 4 rondas para ser elegido.

El 3 de enero de 2025 tenía que volverse a elegir el speaker, figura necesaria para la validación de los resultados electorales. Pese a la victoria electoral alcanzada y pese a ser un paso hacia la toma de la maquinaria del Estado en sus manos, incluso así, el Partido republicano tuvo que estar negociando consigo mismo para conseguir que dos de los tres representantes republicanos que se oponían a la elección accedieran a votar a Johnson. Todo ello, precedido de una trifulca en la que los republicanos bloquearon el acuerdo alcanzado entre el speaker y Biden para elevar el techo de deuda del gobierno y luego votaran también en contra del acuerdo propuesto por el propio Trump. Lo que está claro es que dentro del Partido republicano cohabitan intereses contradictorios: “Hay muchos más representantes además de los tres que votaron para otro que tienen reservas.”  (Bloomberg, 03-01-2025).

 

Pasen y vean: el circo sigue en otro escenario

Una vez ganadas las elecciones, el bufón Trump empezó el espectáculo: anunció aranceles del 25% con Canadá y México, afirmó que Canadá debería ser el 51º estado de EEUU, luego amenazó con “recuperar” el Canal de Panamá si no bajaban las tasas, con invadir Groenlandia si era necesario y en poner aranceles a la UE si no compraba más petróleo.

Una vez realizada la ceremonia de investidura, el espectáculo siguió con la firma de órdenes ejecutivas. Además de las relativas a la tecnología, a la salida de organismos internacionales y a la inmigración de las que ya nos hemos ocupado, las órdenes ejecutivas incluyen medidas ideológicas como reintegrar a los objetores de las vacunas en el Ejército y la eliminación de las políticas corporativas denominadas DEI (diversidad, igualdad e integración); medidas en relación con las agencias federales como la vuelta a la oficina, la congelación de nuevas contrataciones y de nuevas regulaciones; medidas en relación con la energía que incluyen la apertura de más áreas a la exploración y extracción de gas y petróleo con la idea de rellenar la reserva estratégica de petróleo y exportar petróleo a todo el mundo y la limitación de áreas para molinos de viento para generar electricidad; y medidas en el sector automovilístico con la retirada de las políticas y subsidios para los coches eléctricos.

 

Sobre aranceles y bravuconadas

Ha habido una gran ausencia entre las medidas inmediatamente tomadas: la ausencia de nuevos aranceles. De momento no se han impuesto los aranceles a Canadá ni a México – aunque promete hacerlo el 1 de febrero – pero tampoco se han impuesto los aranceles de hasta el 60% contra los productos chinos. Las declaraciones del bufón Trump: “’Tenemos un poder muy grande sobre China, y son los aranceles, y ellos no los quieren’, dijo el líder estadounidense al presentador de Fox News (…) ‘Y preferiría no tener que usarlo. Pero es un poder tremendo sobre China’.” (Bloomberg, 24-01-2025). En realidad, más que un poder tremendo sobre China, los aranceles planteados son un mecanismo tremendo para poner en dificultades a la propia industria estadounidense… EEUU ha optado por utilizar la amenaza de los aranceles para hacer que países (como Colombia pero también China e India) prometan aceptar el retorno de inmigrantes expulsados de EEUU. Entiéndase bien, esto no significa taxativamente que EEUU no vaya a poner los aranceles prometidos pasado un tiempo, corto o largo. Sin embargo, denota el estilo del personajillo que encarna la resultante actual del amasijo de intereses contradictorios de la burguesía estadounidense y que recuerda mucho al perro ladrador, pero poco mordedor. En la situación del imperialismo estadounidense va implícita la dificultad de trazar un rumbo claro y la condena a ir dando sucesivamente bandazos en un sentido y en el contrario.

 

Accidentes, desastres y ciberataques

A la lista de dificultades internas del imperialismo estadounidense añadiremos alguna más. El buque insignia de la aeronáutica de EEUU (Boeing) no levanta cabeza entre fallos, huelgas, deudas, despidos y fuga de ingenieros. Los huracanes, inundaciones e incendios destruyen todo a su paso por el mal estado de las infraestructuras. Los ciberataques se suceden y, en el último conocido, los hackers chinos consiguieron entrar en el ordenador de la Secretaria del Tesoro y “a más de 400 portátiles (…) así como más de 3.000 ficheros.” (Bloomberg, 17-01-2025).

 

El peso social de la guerra

En “El Comunista” nº67 (p.5) analizábamos el coste económico y los soldados muertos en servicio, pero hay que añadir el dato de que “más de 30.000 soldados estadounidenses se suicidaron tras servir en Irak y Afganistán: más del triple de los que murieron en combate.” (Financial Times, 25-10-2023). Esta sangría económica y humana fue uno de los motivos que auparon a la corriente aislacionista y acabaron determinando la retirada de EEUU de Afganistán. En la pelea interna por el reparto de puestos, la corriente más aislacionista consiguió bloquear a Mike Pompeo como secretario de defensa, al grito de “Screw the war machine!” (“que le den a la maquinaria de guerra” ). Los primeros “éxitos” de la entrada en escena de la nueva corriente no se han hecho esperar: alto el fuego en Líbano primero y luego alto el fuego en Gaza. La siguiente promesa es parar la guerra en Ucrania.

Pero como hemos repetido tantas veces y no nos cansaremos de repetir, no va a ser la voluntad de individuos o incluso fracciones enteras de la burguesía quienes determinen si prosiguen las guerras en Oriente Medio y Ucrania sino los hechos materiales. “No se trata de su conciencia de los hechos, ni siquiera de su voluntad subjetiva, esto no sería marxismo. Se trata de qué actos se ve obligada a realizar la burguesía estadounidense, o fracciones de la misma, por efecto de su situación material. Y en la situación actual del imperialismo, EEUU sólo puede elegir entre jugadas perdedoras. (El Comunista nº64, septiembre 2020, p.13).

 

 

[1] Ver en este número de la revista el desarrollo de otro punto del programa revolucionario inmediato delineado en  la reunión general del Partido, en Forlì, diciembre 1952: “Punto cardinal del programa comunista: lucha decidida contra la especialización”.

[2] Téngase en cuenta un engaño común con los porcentajes. Por ejemplo, Boeing firmó un aumento del 38% en cuatro años. Esto podría parecer un 9,5% anual (con el cálculo incorrecto 38/4 = 9,5) pero en realidad es un 8,4% anual dado que el cálculo correcto es: ∜(1+38%)-1=8,4%.

 

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