Índice "El Comunista" nº74      

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SIRIA: DERRUMBE DE UN RÉGIMEN CARCOMIDO, CONTINUIDAD CAPITALISTA

 

 

El régimen de Bashar el Asad se ha derrumbado en cuestión de días ante una ofensiva de Hayat Tahrir al Sham (HST). Lo que empezó siendo un ataque aparentemente preventivo de la milicia, apoyada por Turquía, para requerir que los ejércitos sirio y ruso dejaran de bombardear la provincia de Idlib, ha acabado siendo una marcha triunfal hasta la capital mientras las fuerzas del régimen desertaban o se sumaban a los milicianos. En sólo dos días habían conquistado Alepo con sorprendente facilidad y al tercero controlaban 250 km cuadrados.

Entonces se produjo la “llamada entre los ministros de Exteriores ruso y turco, Serguéi Lavrov y Hakan Fidan (…) indicó un comunicado ruso ‘la necesidad de coordinar una acción conjunta para estabilizar la situación’” (La Vanguardia, 01-12-2024). Todavía hubo una limitada acción del ejército ruso con bombardeos a Alepo e Idlib y el ministro de Exteriores iraní se reunió con El Asad aparentemente para apoyarlo pero: “en privado, una fuente del régimen iraní declaró a Financial Times que Araghchi le había dicho a Asad que ‘Irán no estaba en condiciones de enviar efectivos para apoyarlo’.” (Financial Times, 10-12-2024).

Ese mismo día “el ejército sirio anunció que los rebeldes habían entrado en Hama. (…) el mando de las Fuerzas armadas Árabes Sirias en un comunicado asegura que se han reubicado fuera de la ciudad para ‘evitar el combate urbano’ (…) Tras la caída de Hama, los rebeldes tomaron la localidad de Alamiyah, al este de la anterior, tras un acuerdo con las autoridades locales y sin disparar un solo tiro. (…) el influyente clérigo chií de Irak Moqtada al Sadr pidió ayer al Gobierno de Bagdad que no intervenga de ningún modo en el país vecino.” (El País, 06-12-2024). Irán comenzó a evacuar a sus mandos militares y personal de Siria el viernes, en palabras de un asesor militar: “Irán está empezando a evacuar sus fuerzas y personal militar porque no podemos luchar como fuerza asesora y de apoyo si el propio ejército de Siria no quiere luchar”. (New York Times, 06-12-2024). El mismo 6 de diciembre de 2024, la CNN realizó una entrevista al dirigente de HST presentándole de facto como el moderado futuro gobernante de Siria.

Al día siguiente, el todavía no investido Trump escribía en sus redes: “Siria es un desastre, pero no es nuestro amigo, y los estados unidos no debe tener nada que ver con ella. Esta no es nuestra lucha. Dejemos que se desarrolle. ¡no nos involucremos!”. Hay que tener en cuenta que la presencia militar estadounidense en Siria es de un total de 900 soldados, ubicados lejos del avance de los milicianos de HTS y esencialmente ajenos al desarrollo de los acontecimientos.

Mientras HTS avanzaba hacia Homs,“en el sur insurgentes locales se han levantado en armas contra el régimen y, en el este, las milicias kurdo-árabes han tomado varias localidades de manos del régimen. (…) Algunos soldados se han unido a los rebeldes.” (El País, 07-12-2024). Al día siguiente, El Asad abandonaba Damasco forzado por Rusia que, por otro lado, le proporcionó asilo a él y a su dinero. Los milicianos de HTS entraban al mismo tiempo en Homs y en Damasco.

El Ejército sirio cedió porque se había ido erosionando con antelación: “Desde hace años es un secreto a voces la existencia de un mercado negro en el que soldados pasaban armas y munición a miembros de HTS para poder dar de comer a sus familias. El pasado miércoles, ya con el agua al cuello, El Asad ha decretado un aumento del sueldo de los militares de carrera.” (El País, 08-12-2024). “En otra prueba de la descomposición de las defensas del régimen, unos 2.000 soldados han cruzado la frontera a Irak para buscar refugio.” (El País, 08-12-2024).“El camino que recorrieron los rebeldes liderados por islamistas para llegar a la capital está sembrado de tanques abandonados y pilas de uniformes militares que han dejado los soldados durante su huida.” (Financial Times, 10-12-2024). A parte de los soldados, todo el cuerpo de funcionarios estaba en una situación que no les motivaba en absoluto a cumplir su función de encarnación del Estado contra los rebeldes, la mayoría han preferido probar suerte como encarnación del Estado de los exrebeldes: “Los funcionarios ganan menos de 30 euros al mes y en el sector privado los sueldos no son mucho más altos.” (El País, 23-12-2024). Así, el aparato del Estado sirio se ha puesto al servicio de la nueva corriente gobernante: “El primer ministro, Ghazi al Jalali, que asumió el cargo el pasado septiembre, manifestó su disposición a cooperar con el nuevo liderazgo que elijan ahora los sirios. El país está ‘libre de El Asad’, anunció a los rebeldes a su entrada en Damasco” (El País, 09-12-2024). “El Banco Central de Siria lanzó un mensaje de tranquilidad y aseguró el lunes que el dinero de sus depositantes está a salvo en sus cajas fuertes.” (La Vanguardia, 10-12-2024).“El bando rebelde ha anunciado, además, una amnistía general para todos los soldados que fueron reclutados de forma obligatoria” (El País, 10-12-2024). Por su lado, el gobierno autónomo del Kurdistán sirio ha adoptado la nueva bandera del Estado sirio. Y el efecto sobre los refugiados sirios expulsados por años de guerra se ha hecho sentir casi con carácter inmediato:” Cientos de refugiados como ellos acudieron ayer a los pasos fronterizos de Öncüpinar, en la provincia de Kilis, y de Cilvegözü, en la de Hatay, para retornar a su país.”  (El País, 10-12-2024).

El nuevo gobierno sirio cuenta con el apoyo de Turquía, los Estados árabes y de los imperialismos europeo y el estadounidense. Cada cual por sus motivos que incluyen según el caso eliminar un foco de desestabilización y de cultivo de milicianos islamistas, tratar de recuperar o ganar influencia en la zona, la devolución del millón y medio de refugiados a Siria y last but not least el negocio de la reconstrucción: “El miércoles, Qatar anunció que reabriría su embajada en Damasco, después de negarse incluso cuando Assad fue rehabilitado en el mundo árabe, volvió al cálido seno de la Liga Árabe e incluso Arabia Saudí reanudó los lazos diplomáticos con él. (…) En la carrera hacia el palacio presidencial de Damasco, el Ministro de Asuntos Exteriores turco, Hakan Fidan, fue el primero en estrechar la mano de Al-Shara. Los ministros de Asuntos Exteriores de otros estados árabes, como Egipto, Arabia Saudí y los EAU, se están preparando para aterrizar en Damasco en los próximos días (…).” (Haaretz, 13-12-2024). La ministra de exteriores alemana y su homólogo francés corrieron a visitar y negociar con el nuevo gobierno sirio.

Retirando su apoyo y forzando formalmente la rendición del gobierno de El Asad, Rusia se ha asegurado de momento el mantenimiento de la base aérea rusa de Jmeimim, en la provincia de Latakia, y la naval de Tartus, en la costa, que han sido dos puntos geoestratégicos clave para el envío de armamento y mercenarios rusos de Africa Corps (los antiguos Wagner) a países como República Centroafricana, Mali, Burkina Faso, Níger, Sudán o Libia. Al mismo tiempo, Irán ha tratado de abrazar el cambio de rumbo para tratar de tener opciones de influencia en el futuro:“En un comunicado que no menciona a El Asad dice que los sirios deben decidir su futuro "sin intervención externa" y expresa su deseo de seguir con la relación "amistosa" entre ambas naciones.” (La Vanguardia, 09-12-2024).

Por su lado, Israel ha realizado varios bombardeos contra arsenales para evitar que los utilicen los milicianos de HTS y luego ha ocupado la zona desmilitarizada con su ejército.

La carcoma interna del gobierno de El Asad, la necesidad de devolver a los refugiados sirios por parte de Turquía y la UE, y el ejemplo comparativo de la administración del capitalismo en Idlib por parte de HTS han producido este hundimiento de la camarilla que controlaba el Estado. De un modo similar a los talibanes en 2021 (ver “El Comunista” nº67, noviembre 2021, p.9), la milicia del HTS ha podido desplazar al aparato gobernante previo porque había demostrado previamente ser un mejor gestor del capitalismo y para la marcha de los negocios de la pequeña y mediana burguesía siria, suponiendo un alivio momentáneo incluso para la clase obrera.

Muchos sirios (…) estos días hablan de la ansiedad que les producía tener que pasar un check-point cada vez que se trasladaban de un sitio a otro: sabían que para pasarlo tendrían que pagar un soborno, aunque no de cuanto y que dependiendo del humor del oficial de turno podrían terminar en el cuartelillo o enrolados a Ia fuerza en el ejército.” (El País, 17-12-2024). El nuevo gobierno no sólo ha eliminado estos sucesos en los check-points sino que ha dicho que “pondrá fin al reclutamiento militar obligatorio, una pesadilla de los sirios dentro del país y de los refugiados que se planteaban volver. Podía durar hasta 10 años y la posibilidad de librarse del alistamiento pasaba por pagar miles de dólares.” (El País, 18-12-2024).

Desde un punto de vista del acceso a los productos y a los precios, el efecto inmediato favorece claramente la estabilidad y el apoyo social al nuevo gobierno: “las tiendas están ahora llenas de agua embotellada turca, pastillas de caldo de Arabia Saudí, leche en polvo libanesa y barritas de chocolate occidentales como Twix y Snickers. (…) El nuevo gobierno liderado por el HTS ha permitido desde su llegada transacciones en dólares y el sábado anunció nuevas tarifas aduaneras con reducciones de entre un 50% y un 60%. (…) Los bienes importados que durante años pasaron desde Turquía hacia la provincia de Idlib, en el noroeste, controlada por el HTS, han comenzado a pasar al resto del país. (…) Las marcas locales siguen siendo más baratas que las extranjeras. (…) un vendedor de frutas y verduras de 35 años, sostiene que todos sus productos han bajado de precio en el último mes, importados o no. La piña importada ahora cuesta una quinta parte de su precio anterior y las patatas locales, una cuarta parte.” (Financial Times, 14-01-2025).

El siguiente paso es el desarme general y el “contrato social” que garantice el desarrollo de los negocios y la explotación sin sobresaltos de la clase obrera. En las declaraciones del nuevo gobierno sirio: “las distintas facciones rebeldes que se unieron para la ofensiva, Ianzada desde Ia provincia de Idlib en el noroeste, "serán desmanteladas" y sus combatientes, "entrenados para integrar las filas del Ministerio de Defensa" “Todos quedarán sujetos a la ley". (…) "Debemos tener una mentalidad de Estado, no una mentalidad de oposición” (…) "Siria debe permanecer unida y debe haber un contrato social entre el Estado y todas las comunidades étnicas o religiosas para garantizar la justicia social". (El País, 18-12-2024).

Hay que decir que, la base social del gobierno anterior, aunque muy reducida por todos los elementos materiales que hemos ido exponiendo, no ha desaparecido y ha habido manifestaciones y alguna emboscada por parte de grupos partidarios del gobierno anterior, en Banias, Latakia y Homs.

Pero la nueva junta de administración de los negocios de la burguesía siria intentará tirar adelante el negocio común a través de la máxima continuidad con el aparato del Estado: “Estamos tratando de salvaguardar y utilizar Ias estructuras previas. Por eI momento sin cambiar ninguna ley, manteniendo la plantilla y completando Io que falte", explica Fawaz al Helal. Y al mismo tiempo "introducir el modelo y la experiencia que hemos seguido en Idlib." (El País, 17-12-2024).

Un paso más y se entrará de lleno en el negocio de la reconstrucción y el pago de las deudas: “Es preciso rehabilitar más de 8.000 escuelas y volver a poner en servicio una tercera parte del sistema sanitario. El coste de la construcción del país sería ingente. De los 14.000 millones de dólares de reservas en divisas contabilizadas en 2011 por el Fondo Monetario Internacional solo restan un par de cientos de millones. Cálculos de 2020 apuntaban a que serían necesarios al menos 250.000 millones de dólares (240.000 millones de euros) para reparar los daños más graves de la guerra.” (El País, 23-12-2024).  Y si bien es cierto que la nueva corriente gobernante tendrá acceso a pozos petroleros que estaban fuera del alcance de la anterior dado que “los pozos petrolíferos que permanecían bajo el control del régimen de Assad sólo producían unos 9.000 barriles de petróleo al día, ahora la nueva administración puede producir petróleo de los campos petrolíferos controlados por los kurdos en el noreste del Estado después de que se retiraran de Dir A-Zur, que fue reocupado por las milicias pro-turcas”, lo cierto es que las deudas son muy elevadas: “Según una estimación conservadora, la deuda nacional de Siria asciende a unos 31.000 millones de dólares, de los cuales 5.000 millones corresponden al FMI y 26.000 millones a Rusia e Irán. (…) Estimaciones más realistas hablan de una deuda de más de 30.000 millones de dólares sólo con Irán, que invirtió unos 50.000 millones en los últimos 14 años. (…)” (Haaretz, 13-12-2024).

El aparato del Estado se ha mantenido esencialmente prometiendo continuidad y unidad nacional. Esta unidad nacional prometida se construirá precisamente sobre la base de la explotación del proletariado sirio para pagar la reconstrucción y las deudas acumuladas.

Tendrán que resurgir y desarrollarse en Siria, como esperamos que resurjan y se desarrollen en el resto de Estados capitalistas, organizaciones de lucha inmediata fuera del control del Estado que organicen la lucha contra la explotación. La tarea de los comunistas es recuperar y reintroducir en la zona – como en todo el mundo – los planteamientos del marxismo internacionalista e intransigente desarrollando aquí también la organización internacional de Partido, necesaria para intervenir en la lucha inmediata desarrollándola hacia una lucha para el abatimiento del capitalismo. Y este movimiento revolucionario dirigido por el Partido Comunista Internacional, a diferencia del actual movimiento de continuidad de la gestión capitalista, no olvidará aplicar la lección fundamental del marxismo en relación con el Estado, enunciada por Marx en el “18 Brumario” (1852) y restaurada por Lenin en “El Estado y la Revolución” (1917): “la conclusión a la que se llega es extraordinariamente precisa, definida, prácticamente tangible: todas las revoluciones anteriores perfeccionaron la máquina del Estado, y lo que hace falta es ROMPERLA, DESTRUIRLA. Esta conclusión es lo principal, lo fundamental, en la doctrina del marxismo sobre el Estado”. Sólo sobre la base de esta destrucción del Estado burgués podrá desarrollarse la dictadura revolucionaria del proletariado hacia la extinción de todo Estado una vez eliminada la división en clases sociales: “La sustitución del Estado burgués por el Estado proletario es imposible sin una revolución violenta. La supresión del Estado proletario, es decir, la supresión de todo Estado, sólo es posible por medio de un proceso de ‘extinción’”.

 

 

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