Índice "El Comunista" nº73

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LA OLLA A PRESIÓN DE LA ECONOMÍA CAPITALISTA

 

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Tanto el Banco Central Europeo como la Reserva Federal han empezado a bajar los tipos de interés. El ciclo alcista iniciado en la primera mitad de 2022 (la Fed en marzo, el BCE en julio) tocó techo e inicia el descenso en la segunda mitad de 2024 (el BCE en junio, la Fed en septiembre). El Banco de Inglaterra también ha bajado los tipos. Y lo ha anunciado también el Banco Central chino. Observemos el proceso que les ha llevado hasta aquí.

 

La famosa inflación

Probablemente pocas nociones económicas estén más divulgadas entre la masa de la población que la inflación y todavía más en los últimos años en los que ha sido el centro de atención mediático. La clase obrera tiene ciertamente razones para temer la inflación: suben los precios de todas las mercancías pero el precio de la mercancía fuerza de trabajo (el salario) tiende a quedarse rezagado. Por el mismo motivo, la burguesía simpatiza con una inflación moderada e incluso elevada, aunque el segundo escenario puede hacer sufrir a las empresas que transitoriamente tienen que pagar más por su capital constante (materiales y medios de producción) sin poder trasladar todavía este aumento al precio final (ver “El Comunista” nº70, pág. 17).

 

Evolución de la inflación a nivel mundial

Veamos en el siguiente gráfico confeccionado por el Fondo Monetario Internacional la evolución de la inflación subyacente (tasa anual ajustada por estacionalidad). Este órgano mundial de la burguesía toma como referencia 57 economías que representaron el 78% del PIB mundial (en paridad de poder compra) en 2023. Las bandas representan los percentiles 25 a 75 de los datos de esas economías.

Se observa que, a pesar de las diferencias en la magnitud de la inflación entre economías, tanto las curvas promedio como las bandas de dispersión muestran un movimiento análogo a lo largo del tiempo. Esto refleja el carácter global de las presiones inflacionarias subyacentes durante ese periodo.

 

  

La reanudación epiléptica de la producción

En números precedentes hemos analizado el inicio de los desajustes de la oferta y la demanda producidos por “la paralización secuencial de la producción [que] generó una caída abrupta de la demanda y la consiguiente interrupción de la circulación, con el abarrotamiento de stocks y la detención/reducción de la producción de materias primas y semielaborados” (“El Comunista” nº66, julio 2021, pág. 15) seguido de “la reanudación de la producción de forma desincronizada [que] ha generado un aumento también abrupto de la demanda de estos productos que no se puede satisfacer a corto plazo: los stocks están reducidos a su mínima expresión y la escala de la producción está ajustada para la satisfacción de una demanda continua distribuida en el tiempo y no para la acumulación repentina del mismo volumen de demanda en un tiempo corto.” (“El Comunista” nº66, julio 2021, pág. 16), analizando entonces los cuellos de botella “producidos por las convulsiones de la puesta en marcha de los distintos sectores productivos que más que una reanudación parece un gigantesco ATAQUE EPILÉPTICO del organismo productivo capitalista.” (“El Comunista” nº66, julio 2021, pág. 16).

También vimos los ESTERTORES y ESPASMOS de la circulación mercantil capitalista a través de los cuales “las arterias de la circulación capitalista se han quedado simultáneamente colapsadas y desabastecidas, en el dialéctico entrelazarse de las contradicciones del capitalismo que producen abarrotamiento y desabastecimiento al mismo tiempo” (“El Comunista” nº68, abril 2022, pág. 10) y como “la saturación de la circulación por abarrotamiento produce en otro polo el desabastecimiento. Y para evitar el desabastecimiento cada competidor trata de acaparar el máximo de suministros, llevando a una espiral que sigue reproduciendo el abarrotamiento y el desabastecimiento en cada polo” (“El Comunista” nº68, abril 2022, pág. 11).

Pudimos reiterar que era el “fenómeno sucedido en el marco del proceso de reproducción y rotación del capital productivo (que engloba su producción y circulación) el que ha motivado el aumento de precios” (“El Comunista” nº69, septiembre 2022, pág. 6), descartar las explicaciones erróneas de la inflación basadas en la política monetaria (“El Comunista” nº69, septiembre 2022, pág. 7 y 8) y analizar la evolución de las tensiones en la cadena de suministro para mostrar el punto de inflexión que se reflejaba en la caída de las ventas de semiconductores (y correspondiente incremento de los inventarios), en la caída de los precios de múltiples metales y de los cereales, en los intentos de reducción de inventarios en EEUU (incluso vendiendo a pérdida) y en el paulatino descenso de los precios del transporte marítimo de contenedores (“El Comunista” nº69, septiembre 2022, pág. 11 y 12). En “El Comunista” nº70 (abril 2023, págs. 16 y 17) analizábamos la desinflamación paulatina pero consolidada de la cadena de suministro a finales del 2022, en el descenso de los precios del transporte, los días de tránsito, tiempos de descarga de los contenedores, etc. así como el abarrotamiento creciente de inventarios, la disminución de la disponibilidad de espacio en los almacenes de distribución en EEUU y la correspondiente alza del coste de alquiler de esos almacenes. En “El Comunista” nº72 (marzo 2024, pág. 26), después de exponer el marco histórico general en el que se mueve el capitalismo y al que remitimos al lector, reiteramos: “Es en este contexto que se produjeron y prolongaron en el tiempo los bloqueos y detenciones de la producción y circulación capitalista en 2020-2021 así como la posterior reanudación epiléptica de la producción y de la circulación capitalista mundial. Este ELECTROSHOCK administrado al capitalismo por el mismo sistema permitió a las economías de los imperialismos occidentales salir temporalmente del pantano de la deflación en el que se hundían desde hacía años”. Y también informábamos: “De momento, la Fed y el BCE han puesto en pausa sus subidas de tipos de interés y empiezan a hablar de bajadas. La tendencia está ahí: “Los últimos datos recogidos por Bank of America reflejan nada menos que 30 rebajas de los tipos de interés a escala global en los últimos tres meses, el máximo desde 2020.” (Expansión, 21-11-2023).” (“El Comunista” nº72, pág. 27).

 

La política monetaria nominal y real

En “El Comunista” nº70 (abril 2023, pág.5) cuestionábamos “en este descenso de la inflación, el efecto de la política monetaria de los bancos centrales (no confundir con el gasto realizado por los gobiernos en inversiones, subvenciones y ayudas)” dado que durante la mayor parte del proceso “los tipos estaban lejos de tener un efecto realmente restrictivo”.

El FMI nos proporciona una comparativa útil al respecto de los tipos reales comparados con los nominales:

 

 

 

 

 

 

En realidad (excepto en Brasil, Chile y China), los tipos han empezado a tener un efecto restrictivo una vez la inflación había descendido y más por efecto del propio descenso de la inflación que no a la inversa. Reiteramos la caracterización de los bancos centrales como MARIONETAS bajo control de fuerzas más poderosas.

 

La Fed, los tipos y el desempleo

Como hemos empezado diciendo la Reserva Federal de EEUU ha reducido el tipo de interés: lo ha reducido en 0,5 puntos el 18 de septiembre de 2024, quedando en un 5%. 

 

 

 

Desde la Fed se ha declarado reiteradas veces en los últimos tiempos su objetivo de quebrar el “mercado laboral”. Es decir, hacer que aumente el desempleo para que los asalariados se vean en una posición de tener que aceptar salarios y condiciones más bajas (ver “El Comunista” nº68, abril 2022, pág. 13, y “El Comunista” nº70, abril 2023, pág. 12). Pero, con total desfachatez, el giro en la política monetaria se anticipaba ya en agosto con esta justificación: “haremos todo lo posible para respaldar un mercado laboral fuerte” (Expansión, 24-08-2024).

Pese a que la Fed trate de justificar sus decisiones diciendo que son para fortalecer el mercado laboral, lo cierto es que la razón está en otro lugar. De hecho, tan sólo dos meses antes, el presidente de la Fed decía todo lo contrario: “insistió ayer en que la tasa de desempleo sigue “históricamente baja”, aunque haya escalado hasta el 4%” (Expansión, 13-06-2024).

 

La evolución del balance de la Fed

La Reserva Federal había empezado en mayo de 2024 a ralentizar el ritmo de reducción de la deuda engullida en el periodo anterior: “Hasta ahora, cada mes su balance se reducía en 95.000 millones de dólares y, a partir del próximo mes esta cantidad se reduce a 60.000 millones – 35.000 millones de cédulas hipotecarias y 25.000 millones en bonos –.“ (Expansión, 02-05-2024). Como se puede observar en el siguiente gráfico, el balance (la deuda engullida y que va siendo recomprada a su vencimiento) se ha reducido pero sigue siendo muy elevado.

 

 

 

Las turbulencias en la economía de EEUU

En los siguientes gráficos, se puede ver el incremento de las quiebras de start-ups y también el reducido número de empresas que salen a la Bolsa en EEUU (ver “El Comunista” nº71, septiembre 2023, pág. 12). 

 

 

  

En abril de 2024“los reguladores estadounidenses rescatan el Republic First Bancorp. Se trata de la primera quiebra de un banco en Estados Unidos en 2024, (…) Se estima que el coste para el fondo de garantía de depósitos relacionado con la quiebra de la entidad será de 667 millones de dólares.” (Expansión, 29-04-2024).

Las bolsas dieron también una señal de alarma a los especuladores mundiales en agosto. En un día: “la búsqueda de refugio por parte de los inversores se llevó ayer de una atacada alrededor de 1,5 billones de euros de capitalización bursátil en las bolsas mundiales, aunque durante la sesión las pérdidas llegaron a ser bastante mayores” (Expansión, 06-08-2024) y “en un lapso de tres semanas, el desplome borró unos 6,4 billones de dólares de los mercados bursátiles mundiales.” (Bloomberg, 05-08-2024).

Las caídas se concentraron en los bancos y empresas tecnológicas. Si observamos la evolución del Nasdaq podemos ver: 1) la caída inmediatamente posterior a los confinamientos de 2020, 2) la hinchazón posterior fruto de la inyección monetaria que llevó a duplicar el valor del índice, 3) la incineración de capital especulativo debido al inicio de las subidas de tipo de interés a partir de la primera mitad de 2022, 4) la reanudación posterior de la hinchazón que muestra el mantenimiento de la sobreproducción de capitales y del correspondiente exceso de liquidez y 5) la “alarma” de agosto de 2024.

 

 

 

Finalmente, la economía manufacturera en EEUU encadena 21 meses de contracción, sólo interrumpida por un atisbo de expansión en marzo de 2024.