Índice "El Comunista" nº74      

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VENEZUELA: UNA ECONOMÍA ENDEUDADA HASTA LAS CEJAS

 

 

Desde el año 2013 al 2017 hubo una caída general del precio del petróleo a nivel mundial y concretamente el precio del petróleo venezolano pasó de unos 100 dólares el barril en 2012-2013 a 30 dólares el barril en 2016.

 

 

Este era el diagnóstico de la economía venezolana que publicamos en 2015 en El Comunista nº55: “¿Por qué entra la economía venezolana en crisis con la caída del precio del petróleo? Porque el 96% de los dólares que entran al país dependen de la venta del petróleo, por cada dólar que baje el precio promedio anual del petróleo venezolano, este estado capitalista deja de percibir 600 millones de dólares. (…) Es la caída del precio del petróleo, debida a la crisis mundial de superproducción la que determina la crisis venezolana y el creciente endeudamiento de su economía.” (El Comunista nº55, abril de 2015).

Dos años después el estado venezolano entró en suspensión de pagos.

 

El estado capitalista venezolano endeudado hasta las cejas.

Los datos recogidos en los siguientes cuadros de la deuda externa de Venezuela son de diciembre de 2023 y están extraídos del informe “Saldar la deuda, salvar Venezuela” realizado por la organización burguesa Transparencia Venezuela. Esta organización forma parte de la organización Transparencia internacional cuyo fin es centrarse en el botín que se embolsan los capitalistas y los representantes de la burguesía, la llamada corrupción, y en vender la posibilidad de una gestión “transparente” y “justa” del capitalismo. A nosotros, como marxistas y materialistas, nos interesan los datos para poder seguir el curso del capitalismo en Venezuela, pero sin dejar de denunciar las campañas ideológicas de la burguesía que van dirigidas a señalar la corrupción como el origen de las crisis económicas y de los males de la clase obrera, así como la posibilidad de una gestión modélica del capitalismo. Con este tipo de campañas la burguesía oculta que la única fuente de ganancia en el capitalismo es el plusvalor extraído del tiempo de trabajo no retribuido a la clase obrera y que el trabajo asalariado es una forma de explotación y de esclavitud basada directamente en el latrocinio. Esta ganancia es la que luego se estafan mutuamente, se reparten bajo mano, etc. Con el bombo que le dan a la “corrupción” disimulan el hecho de que, aunque no hubiera corrupción, seguiríamos viviendo en un sistema de explotación y esclavitud.

En el capitalismo venezolano, además, la burguesía tiene el recurso de usar el espantajo del “socialismo”: la llamada “oposición” dice que la crisis económica es causada por el sistema “socialista” implantado en Venezuela por el chavismo; el oficialismo dice que la situación de miseria es causada por los ataques de otras potencias imperialistas contra su “socialismo”. Todos ellos responsabilizan de la crisis, de la escasez y el hambre al socialismo, cuando este modo de producción no se ha dado hasta ahora en ninguna parte del mundo y menos en el “socialismo” de los banqueros burgueses venezolanos.

En el estado venezolano los productos tienen forma de mercancía, las mercancías se compran con dinero (bolívares o dólares), la producción se realiza por empresas con balance de partida doble, la fuerza de trabajo es una mercancía más y su remuneración es el salario. Por lo tanto, el modo de producción que rige en Venezuela, pese a toda la propaganda engañosa de ambas partes, no es el socialismo sino el CAPITALISMO, con todas sus categorías y leyes: ley del valor, ley de la oferta y la demanda, anarquía de la producción, sobreproducción, etc.

En el nº61 de nuestra revista (noviembre de 2018) exponíamos un breve resumen de lo que ha sido el capitalismo venezolano desde su nacimiento y cuáles son los motivos de la situación económica de los últimos años de Venezuela: “Son los altos y bajos precios del petróleo en el mercado internacional los que rigen la vida y salud en Venezuela: cuando los precios del petróleo están altos compran de todo, pagan precios de oro por empresas obsoletas, arruinadas, cuando los precios del petróleo se derrumban en el mercado mundial venden todo al malbarato. Es lo que está sucediendo en la economía venezolana, a los ilusos nietos de Bolívar. Abandonaron todo el parque industrial, se dedicaron a la explotación de capitales y de petróleo, los altos precios del petróleo facilitaron los créditos y se endeudaron hasta los tuétanos, promoviendo la liquidación de su propia industria vendiendo petróleo a cambio de productos manufacturados que luego han inundado el mercado venezolano destruyendo primero su propia industria y agricultura y produciendo luego una inflación desbocada sumiendo a las masas proletarias a una miseria sin precedentes. Vendieron el petróleo a un precio muy por encima de su precio de costo a sus supuestos aliados en una acción puramente imperialista y abusiva, pero su prepotencia regional ha producido dialécticamente su hundimiento. La drogadicción de la renta petrolera del capitalismo venezolano ha destruido su ya incipiente desarrollo agrario e industrial.”

Y esto es parte de lo que actualmente debe el estado capitalista venezolano al resto del mundo capitalista:

El total de la deuda externa ascendería a 161.371.173.132 de dólares. Si se mira sólo la evolución de la deuda de la PDVSA ésta “pasó de una deuda de 3.000 millones de dólares en 2006 a más de 50.000 millones de dólares este año.” (El Nacional, 29-05-2023).

La deuda pública de Venezuela representaba el 31% del PIB en 1998, el 35% en 2003, 17% en 2008; el 43% en 2013, 126% en el 2018 y el 166% en 2023.

En este gráfico podemos observar la estrepitosa caída del PIB venezolano fruto de la dependencia de la economía del petróleo y de la destrucción de la propia industria (petrolera incluida):

 

 

El cobro de esta deuda es parte de lo que ha marcado las intervenciones y relaciones del resto de países y potencias capitalistas con el estado capitalista venezolano.

 

¿Quién tiene los bonos de deuda del estado y de la PDVSA?

No hay información sobre en manos de quién está más del 80% de la deuda estatal venezolana y de la PDVSA: “apenas se puede identificar un total de posiciones que alcanza 19,39% del capital circulante para los bonos venezolanos y 17,82% en el caso de los bonos de Pdvsa (…).”  (Informe Saldar la deuda)

Según el informe, con anterioridad a la imposición de sanciones, en el año 2017 el 60% de la deuda pública estaría en manos de inversores de EEUU que se fueron deshaciendo de ella tras las sanciones, pasándola en parte a inversores europeos que a su vez la fueron vendiendo a inversores de Turquía, Rusia, China u Oriente Medio tras el endurecimiento de las sanciones en 2019. De esta deuda estatal menos de un 10% ha sido reclamada judicialmente. Los litigios para cobrar la deuda aumentan el dinero que debería pagar el estado venezolano: “La refinería Di Korsou de Curazao exige en un tribunal de Delaware (…) 62,3 millones de dólares (…) por falta de mantenimiento de la refinería Isla (…) se busca una indemnización de 1.000 millones de dólares.” (El Nacional, 20-04-2023)

 

La subasta de la CITGO y los intereses cruzados de los imperialismos norteamericano, ruso y venezolano.

CITGO, en suelo norteamericano, se convirtió en una filial 100% de PDVSA en los años ’90 en una muestra de la expansión imperialista del capitalismo venezolano que continuó bajo la mentira del falso “socialismo bolivariano del SXXI”.  A través de la CITGO el chavismo estuvo realizando el negocio petrolero con EEUU mientras de cara a la galería y para consumo de masas lanzaba el discurso “antiimperialista yanqui”.

En el año 2017 cuando el estado venezolano entró en suspensión de pagos canjeó los bonos de la PDVSA que vencían ese año por el llamado bono PDVSA 2020 empeñando la CITGO como garantía en caso de impago. Esto iba en contra de los intereses de EEUU si no podía controlar quién se quedaría las acciones de la séptima refinería más importante en suelo americano.

En 2019, la fracción de la burguesía venezolana representada por el títere Juan Guaidó designó una nueva junta administradora para la CITGO con el apoyo de EEUU, cuya función fue inicialmente evitar que los acreedores se cobraran la garantía, es decir, que tomaran posesión de la CITGO, para ello pagaron los intereses de los bonos con las cuentas en el extranjero de la PDVSA. Posteriormente, EEUU suspendió la posibilidad de que los propietarios de los bonos de deuda pudieran quedarse con la CITGO y esta suspensión se ha ido prorrogando desde el año 2019 hasta la fecha.

A pesar de la suspensión, en junio del 2024 se empezó a realizar la subasta de la CITGO ordenada por un tribunal de EEUU como respuesta a la demanda realizada por varios acreedores. Lo cierto es que la subasta de la CITGO ni siquiera va a cubrir la mitad de la deuda reclamada: “El reclamo de los tenedores (…) ha permitido a 18 acreedores buscar conjuntamente 21.300 millones de dólares en compensación por expropiaciones e incumplimientos. (…) Citgo, (…) ha sido valorada entre 11 y 13 mil millones de dólares. Pero la oferta más alta en la primera ronda de licitación fue de 7.300 millones de dólares.” (Correo del Caroní, 10-06-2024). Esta oferta, realizada por la empresa estadounidense Elliot Investment, se redujo en 2.000 millones en noviembre de 2024 y este mes de enero el juzgado ha decidido reabrir la licitación para intentar que se presenten más ofertas y más altas…Por lo que todavía quedan varios capítulos sobre este tema.

La batalla del “oficialismo” y la “oposición” ha girado siempre en torno a qué fracción de la burguesía se quedaba con la gestión de la PDVSA y filiales. El papel de EEUU en relación con la CITGO es el de permitírselo o no a la fracción de la burguesía venezolana que converja con sus intereses.

Por otro lado, el estado venezolano le dio al imperialismo ruso en garantía ni más ni menos que el 49,9% de la CITGO a cambio de un préstamo de 1.500 millones de dólares, por lo que otra de las funciones de esta junta administradora, en línea con los intereses de EEUU, fue eliminar de la ecuación a Rusia recuperando estas acciones: “La junta administradora ad hoc de Pdvsa, (…) informó este lunes que logró recuperar el certificado de las acciones de Citgo que el gobierno de Nicolás Maduro ofreció como garantía a una filial de la petrolera rusa Rosneft. (…) por 49,9% de las acciones de Citgo a cambio de que Rosneft le hiciera un préstamo a Pdvsa por 1.500 millones de dólares, que se pagarían con envíos de crudo venezolano durante cuatro años.” (El Nacional, 26-06-2023)

 

La deuda con el imperialismo chino

Se estima que los préstamos totales realizados por el imperialismo chino ascenderían a 62.631 millones de dólares de los que quedarían por pagar los 15.600 recogidos más arriba:

“Venezuela se convirtió en el país de América Latina que más préstamos recibió de China: 45% del total de préstamos otorgados entre los años 2000 y 2017. Estos desembolsos sumaron un total de USD 62.631 millones. (…) Pese a que en 2017 el gobierno optó por no pagar a ciertos acreedores, (…) continuó cumpliendo con el acuerdo de pago de intereses a China, y después de 2018 amortizó capital con los envíos de petróleo. (…) se realizó nuevamente una renegociación de la deuda con el país asiático, en la que se pausaba el pago de capital estipulado para 2020. (…) los bancos de China han sido acreedores privilegiados frente a otros tenedores de deuda comercial y frente a los acreedores de deuda financiera. (…) Venezuela envió a China 376.000 barriles de petróleo por día (bpd) durante 2007-2016.” (Informe Saldar la deuda)

Oficialmente el imperialismo chino dejó de llevarse petróleo venezolano tras el endurecimiento de las sanciones de EEUU en agosto de 2019. Pero la realidad es que no ha dejado de llevarse petróleo en ningún momento, utilizando empresas de defensa para ello y diciendo que se lleva “betún”: “para ayudar a pagar la deuda contraída con China, China Aerospace Science and Industry Corp (CASIC), un conglomerado estatal centrado en la defensa, ha estado enviando crudo venezolano a China desde noviembre de 2020. (…) las importaciones de petróleo venezolano de China, calificado como crudo de Malasia o una mezcla de betún, promediaron 430.000 bpd durante los primeros ocho meses de 2023 (…)  Los grados de crudo venezolano, en su mayoría ácidos pesados Merey y Boscán, son ampliamente utilizados por refinerías independientes en la provincia oriental china de Shandong, donde el petróleo generalmente ha sido etiquetado como betún diluido para evitar ser incluido en cuotas de importación estrictamente controladas.” (La Nación, 12-09-2023). Se están cobrando la deuda llevándose hasta la mitad de la producción de barriles de petróleo en el 2023. Y consiguiendo este petróleo con descuento: “el ahorro de China por la compra de petróleo venezolano [de enero a septiembre de 2023] fue de 1.170 millones de dólares (…) una media de 10 dólares por barril (…).” (Banca y Negocios, 11-10-2023)

Al petróleo que se va hacia China se le suman las exportaciones de coque: “Venezuela aumentó 10 veces más la cifra de exportación de coque hacia China durante el año 2022.”  (Banca y Negocios, 04-02-2023)

Pero no es el único que se las ingenia para esquivar las sanciones, y las empresas están usando tecnología militar para ocultar la ubicación de sus barcos. Así lo explica un exoficial naval israelí, dueño de una empresa de inteligencia marítima cuyos datos son utilizados por el gobierno de Estados Unidos para investigar violaciones de sanciones: “es una situación fuera de control y que no está impulsada por países o superpotencias. «Se trata de empresas ordinarias que utilizan esta técnica. La escala es asombrosa».” (El Nacional, 03-02-2022).

 

Bajada de las inversiones petroleras chinas en Venezuela y creación de las ZEE.

Desde hace años el interés del imperialismo chino no está en realizar nuevas inversiones en la industria petrolera venezolana, esto se liga al interés de la burguesía a nivel internacional de dejar de lado el petróleo para centrarse en otras fuentes de energía.

El imperialismo chino está estableciendo zonas económicas especiales donde producir más barato, hacer inversiones, y mover sus mercancías, como parte de su expansión y penetración por el mundo y en este caso en América Latina, el Caribe y Centroamérica. 

En junio de 2022 se aprobó en Venezuela la Ley Orgánica de Zonas Económicas Especiales (LOZEE) bajo paternidad china: “Las ZEE en el decreto son Paraguaná (Falcón), Puerto Cabello – Morón (Carabobo), La Guaira (La Guaira), Margarita (Nueva Esparta) y la Isla La Tortuga (Territorio Insular Miranda).” (Gobierno Bolivariano de Venezuela, 11-08-2023).

En el marco de estas zonas económicas especiales “El gobernador del estado Carabobo, Rafael Lacava, anunció que se llevó a cabo la firma de la carta de intención para dar inicio a la etapa de construcción de la primera planta ensambladora de maquinaria pesada en Venezuela con la colaboración de una empresa fabricante de China.” (Banca y Negocios, 28-02-2024).

En la última visita realizada por el personaje Maduro a China no se firmó ningún acuerdo para la industria petrolera, pero se firmaron 31 acuerdos para desarrollar estas zonas económicas: “que abarcan campos como la educación, la agricultura, las comunicaciones y la aeronáutica. Durante el acto, destacó la ausencia de algún documento relacionado con la industria petrolera (…) Entre 2000 y 2019 Venezuela y China firmaron cerca de 500 acuerdos, muchos de los cuales contemplaban financiamientos millonarios dirigidos al sector petrolero (…).”  (Tal Cual, 13-09-2023). En esta misma reunión:acordaron elevar las relaciones bilaterales al nivel de Asociación Estratégica a Toda Prueba y Todo Tiempo.” (AVECH)

A finales del 2024 se celebró en Venezuela la reunión para desarrollar estas ZEE con presencia empresarial china.

 

Relaciones comerciales con Irán

La falta de mantenimiento de la infraestructura petrolera ha hecho que las refinerías estén hechas trizas y haya habido una escasez crónica de gasolina en el país. Desde el año 2020 Irán ha estado abasteciendo de gasolina a Venezuela y desde el año 2022 ha estado invirtiendo en las plantas de refinación para poder reactivarlas: “Irán y Venezuela firmaron un contrato de 110 millones de euros para reparar y reiniciar la refinería El Palito (…).” (El Nacional, 14-05-2022). En esta refinería, la plana directiva la controla el imperialismo iraní. También están poniendo a punto otra planta en Paraguaná: “se espera que las empresas firmen en las próximas semanas un contrato de cerca de 493 millones de dólares para modernizar el complejo de refinación de Paraguaná, de 955.000 bpd, (…)” (El Nacional, 07-02-2023)

El resultado de estas inversiones ha sido la reactivación parcial de las plantas, aunque todavía no se cubre la demanda interna: Todas las refinerías de Petróleos de Venezuela (Pdvsa), el Cardón, Amuay, Puerto La Cruz y El Palito, se encuentran operativas después de seis años de labores interrumpidas por los constantes incidentes (…) las refinerías de Pdvsa están produciendo un total de 150.000 b/d de combustible. El Palito, en el estado Carabobo, la cual tiene una capacidad para procesar de 145.000 b/d, es la que tiene una mayor cuota en el volumen actual con 60.000 b/d de producción. «No se ha logrado cubrir la demanda del mercado interno porque deberíamos estar cubriendo por lo menos entre 220.000 y 240.000 barriles diarios. (…) indicó Quiroz Serrano a Tal Cual.” (El Nacional, 31-07-2023)

Las relaciones comerciales entre Irán y Venezuela no se quedan en las refinerías: “El presidente de Irán, Ebrahim Raisí, afirmó este lunes, durante su visita oficial a Venezuela, que la cooperación económica y comercial con la nación caribeña asciende a los 3 mil millones de dólares, y que la meta es poder tener un intercambio que llegue a los 20 mil millones de dólares (…) suscribieron este lunes, más de 20 acuerdos en materia de petroquímica, transporte, minería y otras áreas, con los que esperan multiplicar la cooperación bilateral para los próximos 20 años (…) incluyó un memorando de entendimiento entre las carteras de Petróleo de ambos países (…).” (El Universal, 13-06-2023).

Se entiende que todos estos acuerdos servirán para pagar la deuda con Irán.

 

Deterioro de la industria petrolera

La propia PDVSA afirma que su flota está obsoleta: “Más de la mitad de los 22 buques petroleros de la flota venezolana están tan deteriorados que deberían ser reparados inmediatamente o retirados del servicio, según un informe interno de la petrolera estatal PDVSA (…) Cinco de los petroleros de PDVSA tienen al menos 30 años, más allá de su vida útil recomendada (…) La planificación para enviar los petroleros a dique seco se ha visto muy afectada por la falta de pago a astilleros y proveedores» (…) PDVSA arrendó 41 buques el año pasado, dijeron los documentos, pagando aproximadamente el doble de la tarifa del mercado, (…) Venezuela ha pagado a astilleros de Irán y Argentina al menos 300 millones de dólares por seis nuevos buques encargados en 2005. Sólo ha recibido dos de estas unidades, según los documentos.” (Banca y Negocios, 04-05-2023)

Esta falta de mantenimiento tanto de los buques como de las infraestructuras de la PDVSA provoca constantes accidentes y asesinatos laborales: “El 28 de septiembre pasado, la estatal petrolera confirmó el hundimiento por “malas condiciones climáticas” de una barcaza petrolera en el lago de Maracaibo, que causó las muertes de cinco de sus tripulantes. (…) En marzo de este mismo año, un incendio en la refinería de Cardón (estado Falcón) forzó su paralización (…) En agosto, hubo una situación similar en esas mismas instalaciones (…) En julio, el gobierno de Nicolás Maduro confirmó la explosión e incendio de una tubería de gas de la estatal petrolera en el estado oriental de Anzoátegui (…) El año pasado, el Observatorio de Ecología Política de Venezuela registró 8 incendios en instalaciones de Pdvsa en Anzoátegui, Falcón, Monagas, Portuguesa y Zulia, pero sin descartar la existencia de otros que no hayan sido reportados por la prensa. (…)” (Efecto Cocuyo, 17-10-2024)

“Cinco personas resultaron heridas este lunes debido a la explosión de un gasoducto de la estatal petrolera Pdvsa en el estado Monagas (…)”  (El Nacional, 11-11-2024). Esta explosión dejó sin gas y sin suministro eléctrico a varios estados.

Y esto es sólo lo que sale en la prensa.

 

El relajamiento de las sanciones de EEUU

En 2019 EEUU (principal destino de las exportaciones petroleras venezolanas) aplicó sanciones al petróleo venezolano porque lo quería desplazar en favor de su propia industria petrolera del fracking para consumo interno y exportación. Como se observa en el gráfico de la columna siguiente, a pesar de las sanciones, se ha estado exportando petróleo desde Venezuela. Los países que dejan de aparecer por un tiempo son sólo EEUU, Europa e India.

En marzo del año 2022 dos delegaciones de EEUU visitaron Venezuela: “El 5 de marzo, la delegación estadounidense se reunió con el Ejecutivo de Maduro para conversar sobre temas energéticos, según confirmó entonces la Casa Blanca (…).” (El Nacional, 27-06-2022). Desde entonces EEUU ha ido aprobando licencias y relajando las sanciones impuestas, para que las propias empresas estadounidenses puedan cobrar la deuda llevándose el petróleo.

En noviembre de 2022 “Estados Unidos concedió (…) a Chevron una licencia de seis meses para operar en Venezuela. (…) aunque impidiendo los intercambios de efectivo y exigiendo que los cargamentos de crudo vayan a refinerías estadounidenses.” (El Nacional 29-11-2022). Y se ha nombrado a un ejecutivo de la Chevron como gerente: “La junta directiva de la empresa mixta Petropiar, S.A. aprobó la designación de Martin Philipsen, quien forma parte de la compañía Chevron, como nuevo gerente general (…) . (El Nacional, 05-02-2023).

Fruto del relajamiento de las sanciones: “Durante el primer semestre de 2023, la exportación de petróleo desde Venezuela hacia Estados Unidos (EEUU) creció 122,4%, en comparación al mismo período de 2022 (…)” (Banca y Negocios, 12-09-2023).

 

 

Las subidas en la producción se han producido por las inversiones de la Chevron: “El Economista (…) señaló que la producción de crudo en Venezuela en los últimos dos años, «ha venido subiendo fundamentalmente por las inversiones» hechas por la empresa estadounidense Chevron.” (Banca y Negocios, 23-08-2024).

 

 

En diciembre de 2023 Venezuela pasó del puesto 9º al 7º de los principales exportadores a EEUU con 163.000 barriles diarios, en junio de 2024 al 5º puesto con 226.000 barriles diarios y en julio de 2024 al 3r puesto con 308.000 barriles diarios (detrás de México con 413.000 y por delante de Arabia Saudí con 280.000, el 5º puesto lo ocupaba Guyana y el 6º Brasil) (EIA)

Irán estaba siendo el principal proveedor de nafta de Venezuela. Sin embargo, la Chevron lo ha desbancado: “la estadounidense Chevron ha enviado desde diciembre cerca de 1.570.000 barriles de nafta (…) En enero, un petrolero procedente de Irán descargó unos 440.000 barriles (…) que implica una reducción de las importaciones de este producto de 2 millones de barriles en comparación con enero de 2022 (…)” (Banca y Negocios, 03-03-2023)

Tras las visitas realizadas por EEUU en 2022, las empresas petroleras europeas también han podido llevarse petróleo para cobrarse la deuda. Y previendo el posible retorno de las sanciones, se ha creado una nueva empresa mixta España-Venezuela: “Las sanciones petroleras de Estados Unidos impulsan a España y Venezuela a crear una empresa mixta para sacar y comerciar petróleo en el mundo. La nueva empresa se llama Roraima: 51 % de acciones pertenecen al Estado venezolano y el 49 % a la empresa de petróleo española Repsol.“ (El Impulso, 18-04-2024)

Tras el circo electoral de julio de 2024 y con la amenaza de nuevas restricciones hubo una concentración de buques llevándose petróleo: “en 19 días - desde el 29 de julio partieron hacia EEUU 12 buques desde los muelles de Jose, Amuay y Puerto La Cruz con carga perteneciente a la norteamericana Chevron y a la española Repsol, (…) Otros tanqueros zarparon hacia destinos como Cuba, Bélgica, Colombia, España, Malasia (…).” (Tal Cual, 18-08-2024)

Las declaraciones de la empresa estadounidense Chevron son meridianamente claras en cuanto a que su interés es poder cobrarse la deuda, no importando qué títere esté gobernando: “El mensaje de Chevron a la Casa Blanca tras bastidores es que necesita seguir operando en Venezuela incluso si Nicolás Maduro permanece en el poder tras las cuestionadas elecciones, reveló The Wall Street Journal (…) el presidente ejecutivo Mike Wirth dijo que su compañía ha descubierto que, en general, es mejor trabajar con un gobierno en el poder sin adoptar posiciones que dificulten la continuidad de otro gobierno posterior.” (Correo del Caroní, 17-09-2024)

Además, parte de la burguesía norteamericana dedicada al negocio de los combustibles fósiles ve en la situación económica actual de Venezuela una oportunidad de negocio: “Este martes, empresarios petroleros de Texas firmaron un memorándum de entendimiento con Petróleos de Venezuela (Pdvsa) a través del cual se establece la operación de 3.000 pozos en un período de año y medio en la faja Petrolífera del Orinoco. (…) "Vamos a hacer una inversión importante en más de 16.000 pozos petroleros para que en los próximos tres años Venezuela alcance la producción de 3.250.000 bpd, recuperando así el 80% de su capacidad"(…) Recordó que Texas está en crisis y tiene un déficit de 4 millones de barriles y está importando petróleo y gasolina para cubrirlo.” (El Universal, 12-06-2024). Y las sanciones son un obstáculo: “Empresarios petroleros de Texas han instado al presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, a levantar las sanciones impuestas a Venezuela y Cuba (…) Los empresarios señalaron que las sanciones han facilitado que potencias como los BRICS, así como China, India y Rusia, adquieran un control significativo sobre las materias primas de Venezuela y Cuba, convirtiéndose en compradores clave de estos recursos” (El Universal, 03-01-2025)

Por su parte, India pidió a EEUU nuevas autorizaciones para poder cobrarse la deuda: “La compañía petrolera india ONGC Videsh Ltd. (OVL) está buscando una autorización de Estados Unidos (EEUU) para operar dos proyectos petroleros en Venezuela. (…) ésta ayudaría a la empresa india a administrar las finanzas de sus proyectos en Venezuela, así como también recuperar «un dividendo pendiente» de más de US$ 500 millones de dólares.” (Banca y Negocios, 30-08-2024).  Parte del pago del petróleo lo va a hacer el imperialismo Indio con el crudo refinado que Venezuela necesita como diluyente por la pesadez de su petróleo.

De producir más de 3 millones de barriles diarios, tener una política imperialista regional con el UNASUR en base a la renta del petróleo, disponer de refinerías en EEUU… la PDVSA ha pasado a producir para pagar la deuda.

 

El ciclo nacionalización-privatización

En 2020, en una confirmación de la quiebra del estado capitalista venezolano, se firmó la ley antibloqueo cuyo objetivo es privatizar al malbarato las empresas como parte del ciclo nacionalización-privatización que realiza el capitalismo de manera recurrente. Si antes hemos visto las declaraciones de la Chevron y de los empresarios petroleros de Texas, ahora vemos las del presidente de la patronal industrial de Venezuela: “El presidente de Conindustria, Luigi Pisella, informó que hay entre 500 y 600 empresas a las que el gobierno quiere incorporar capital privado, preferiblemente nacional (…) “Todo está sobre la mesa. Pueden ser ventas directas o alianzas público-privadas, donde el Estado conserve una participación (…) remarcó la urgente necesidad de que se mantenga la flexibilización de las sanciones que existen contra entidades estratégicas del Estado venezolano y que afectan a todo el país. A su juicio, para que este proceso de incorporación de capital privado a empresas en manos del Estado funcione, no pueden seguir en vigor sanciones que impiden hacer negocios con participación del Ejecutivo (…)” (Banca y Negocios, 21-11-2024)

 

Miseria material para la clase obrera

Estos gráficos muestran el aumento del desempleo, la caída en picado de los salarios y la inflación desbocada en base a lanzar bolívares a la circulación sin ningún respaldo con la que el criminal capitalismo venezolano descargó los peores años de la crisis sobre las espaldas del proletariado.