Índice "El Comunista" nº71

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LA GUERRA COMERCIAL LLEVA A LA GUERRA MILITAR

 

Marco histórico general

La culminación de las revoluciones burguesas en el área asiática y africana después de la 2ª guerra mundial abrió la puerta a un desarrollo vertiginoso posterior del capitalismo, principalmente en el área asiática, coronando la extensión del capitalismo a nivel mundial. La ley de la tendencia decreciente de la tasa de ganancia combinada con los distintos momentos en que irrumpe el capitalismo en los distintos campos geohistóricos se traduce en la ley por la que los capitalismos más jóvenes acumulan a un ritmo más rápido que los más viejos.

El desarrollo capitalista del área asiática con base industrial supuso un enorme balón de oxígeno para el capitalismo mundial, aportando masas enormes de plusvalor extorsionado a las masas proletarizadas y que se proletarizaban en este proceso, aportando un rejuvenecimiento de la tasa de ganancia al capitalismo occidental que realizaba allí sus inversiones. La gran masa de proletarios explotados en el área asiática se ha traducido en una gran masa de plusvalor que, a su vez, se ha traducido en una gran acumulación de capital productivo que, a su vez, se ha traducido en una gran masa de capital comercial y financiero. Esto ha supuesto un desplazamiento paulatino del centro de gravedad del capitalismo hacia Asia, estimulado dialécticamente por la necesidad de los capitalismos más viejos de sacar a flote su tasa de ganancia.

El reparto del mundo realizado en Yalta y Potsdam no se corresponde ya con la realidad de las diferentes potencias imperialistas en pugna: Alemania forzó su reunificación, la formación de la UE y la absorción de la Europa del Este; el imperialismo ruso resucitó de su hundimiento gracias a los altos precios del petróleo y del gas; la potencia productiva de Japón pudo ser recluida dentro de sus fronteras pero el capitalismo chino ha copado los puestos principales en el capital industrial y financiero y se expande por el mundo; otras potencias como Turquía, India, Brasil y Sudáfrica juegan un papel principal en el mundo capitalista.

La ruptura del reparto del mundo y las crisis de sobreproducción llevan a las guerras comerciales y militares por la destrucción obligada de una masa de fuerzas productivas (…), por la conquista de nuevos mercados y la explotación más intensa de los antiguos” (Manifiesto del Partido Comunista). En esas guerras, la clase obrera debe rechazar cualquier alianza con su propia burguesía: los obreros no tienen patria(Manifiesto del Partido Comunista).

La caracterización de todas las guerras en la fase actual del capitalismo y que debe servir de referencia a la clase obrera mundial se encuentra en el siguiente posicionamiento de Lenin:figurémonos a un esclavista poseedor de cien esclavos que lucha contra otro, que posee doscientos, por una distribución más “equitativa” de estos esclavos. Es claro que hablar en este caso de guerra “defensiva” o de “defensa de la patria” sería falsear la historia y equivaldría, en la práctica a una simple farsa de los hábiles esclavistas para engañar a la gente sencilla, a los pequeños burgueses y a la gente inculta. (…) Y no corresponde a los socialistas ayudar a un bandido más joven y más vigoroso a que despoje a otros bandidos más viejos y más cebados. Lo que deben hacer los socialistas es aprovecharse de la lucha de los bandidos para derrocarlos a todos.(El socialismo y la guerra, Lenin, 1915).

 

La guerra por África

En “El Comunista” nº69 (pág. 21) y en “El Comunista” nº70 (pág. 24) analizamos la creciente importancia que adquiría el desarrollo de las fuerzas productivas en África.  De la lectura de este mismo número de la revista se desprende claramente la importancia creciente que tiene África en la guerra comercial entre potencias capitalistas y como área de desarrollo del capitalismo. Se puede observar por la incorporación de Etiopía y Egipto al BRICS (pág. 20), junto con Sudáfrica, y por las inversiones y créditos que intentan desarrollar tanto China como la India (pág. 21) y las distintas potencias occidentales. La Unión Africana ha sido incorporada como miembro del G-20.

El desarrollo de las fuerzas productivas en África, con inversión masiva de capital asiático, se traduce en una INTERCONEXIÓN creciente que va acompañada de la creación de la mayor área de libre comercio por superficie del mundo y de un sistema de pagos en divisas locales que tiene como objetivo desplazar al dólar en el comercio intra-africano (pág. 20).

La estabilidad de la zona interesa a los imperialismos chino, turco, emiratí, etc. mientras que a EEUU y al imperialismo europeo les conviene la inestabilidad de una zona de la que han sido expulsados, cuya integración no consiguen ni evitar ni aprovechar. Este conflicto económico se manifiesta en una serie de choques militares.

En el extremo occidental del Sahel, prosigue la expulsión del capitalismo europeo sobre la base del apoyo militar ruso en la lucha por el control de las materias primas de la zona. Los 11.600 soldados y 1.500 policías de la ONU desplegados en Mali han tenido que salir anticipadamente ante la presión militar del gobierno, apoyado por tropas mercenarias rusas. A Mali y a Burkina Faso se le ha sumado ahora Níger que, tras el golpe militar, ha ordenado la retirada de los 1.500 soldados franceses y hasta del embajador francés. Los soldados franceses siguen en las bases mientras se producen manifestaciones con banderas rusas exigiendo su retirada. Después de una serie de idas y venidas, los países de la zona parece que han descartado la intervención militar contra la junta militar.

En el extremo oriental del Sahel, se ha iniciado un conflicto armado en Sudán entre el ejército y las Fuerzas de Apoyo Rápido (que han actuado en Libia y Yemen) en el que están en juego las inversiones de EAU en los puertos, las inversiones chinas en ferrocarriles, los oleoductos que sacan petróleo de Sudán del Sur, la producción de goma arábiga y la extracción de oro. “Sudán exportó oficialmente 34,5 toneladas de oro por valor de más de 2.000 millones de dólares el año pasado” (Bloomberg, 17-05-2023), cuya extracción explotan mercenarios rusos, empresas marroquíes y ambas fracciones contendientes.

La existencia de grupos paramilitares y de milicias (“estados dentro del estado”) es algo que los Estados de la zona se verán empujados a ir desmantelando para cumplir su función capitalista de forma más unitaria. En este proceso, que sólo puede superar rápidamente una revolución comunista internacional, sólo se pueden esperar las más diversas atrocidades por los distintos bandos contendientes.

En Etiopía, el intento de desarme de los grupos de voluntarios armados de etnia amhara (Fano) ha producido una serie de enfrentamientos, asaltos a bases del ejército, asaltos a comisarias y a una prisión y la toma del control de varias ciudades. Recordemos que Etiopía acaba de ser invitada a entrar en el BRICS y ha finalizado el llenado de la presa del Renacimiento (pese a la oposición de Egipto y Sudán).

 

El juego de sombras militar en Asia-Pacífico

En la zona de Asia-Pacífico sigue el macabro juego de sombras y amagos en el plano militar.

El AP4 (Australia, Corea del Sur, Japón y Nueva Zelanda) ha hecho declaraciones a favor de “hacer piña” con la OTAN. EEUU anunció un paquete de 345 millones de dólares que serían entregados sin tener que esperar a que se fabriquen, sigan todo el proceso de autorización, etc. Esto contrasta en volumen y, si se cumple, en rapidez con las armas que hasta ahora EEUU ha estado prometiendo a Taiwán, por valor de miles de millones de dólares, pero con tiempos de entrega para las calendas griegas.

Y, mientras continúa el lanzamiento compulsivo de misiles al mar por parte de Corea del Norte, “China y las fuerzas armadas de Vladimir Putin llevaron a cabo seis maniobras militares conjuntas el año pasado, la mayor cantidad en datos que se remontan a dos décadas. Esto supuso dos tercios de todas las maniobras de China con ejércitos extranjeros en 2022.” (Bloomberg, 15-07-2023). Corea del Norte y Rusia también han mantenido conversaciones recientemente, en cuanto al apoyo mutuo en el terreno militar por la prolongación de la guerra en Ucrania.

 

Los cereales y la guerra en Ucrania

En el caso de los cereales y la guerra en Ucrania, la guerra comercial y la guerra militar se solapan completamente: “Rusia, que ya es el mayor exportador mundial de trigo, produjo una cosecha récord de grano en 2022-23, generando un 23% más de volumen que la media de los cinco años anteriores. Aunque todo apunta a que el año que viene se producirá un poco menos, aun así la cosecha será abundante.” (Expansión, 11-08-2023).

Rusia había accedido al acuerdo de exportación de cereales desde Ucrania por la presión de terceros países, sobre todo africanos, pero con esta cosecha puede permitirse romper el acuerdo, quitarse de encima a un competidor, generar un problema interno en la UE y asegurar el suministro incluso gratuito de cereales a determinados países.

“El precio del trigo ha caído a mínimos de casi tres años debido a una cosecha excepcionalmente abundante en Rusia (…) Los precios han caído más de una quinta parte desde finales de julio, mientras la invasión rusa sigue perturbando las exportaciones de Ucrania, uno de los principales exportadores mundiales.” (Financial Times, 21-09-2023). Y no sólo de Rusia proviene el excedente de cereales, “Brasil ha tenido una cosecha récord y su producto llegará a partir del mes de agosto. Y algo similar sucede con Estados Unidos y los sobrantes de otros países europeos, donde la producción ha sido vasta” (El País, 19-07-2023).

En la reunión mantenida entre Rusia y 49 de los 54 Estados africanos, el presidente ruso afirmaba: "Estaremos dispuestos a suministrar a Burkina Faso, Zimbabue, Mali, Somalia, República Centroafricana y Eritrea entre 25.000 y 50.000 toneladas de grano gratis a cada uno en los próximos tres o cuatro meses", declaró Putin en la cumbre, cuyos participantes reaccionaron con aplausos.” (La Vanguardia, 28-07-2023). En esa misma reunión, el imperialismo ruso “aseguró ayer en la jornada de clausura de la cumbre Rusia-África que Moscú había firmado contratos de "cooperación técnico-militar" con más de 40 países del continente.” (El País, 29-07-2023).

Por esto, Rusia no ha renovado el acuerdo y ha empezado a bombardear las infraestructuras portuarias y de carga ucranianas, incluyendo los puertos fluviales ubicados en el Danubio frente a la orilla rumana, territorio de la OTAN y de la UE.

Aunque testimoniales, ha habido abordajes por parte del ejército ruso a cargueros de trigo. Ante esto la armada ucraniana no está en condiciones de escoltar los cargueros que salen y, además, Turquía ha establecido la prohibición de paso de barcos militares para todas las partes.

La estrategia de Rusia es ahuyentar a las aseguradoras e imposibilitar o encarecer y dificultar la salida de los cereales ucranianos: “Según la Comisión, alrededor de un 60% de las exportaciones de grano de Ucrania ahora pasan por (…) la Unión Europea.” (La Vanguardia, 19-07-2023). "Rumanía ha anunciado que duplicará su capacidad de reexportar cereal ucranio, cuando ya el canal de Súlina ha asumido hasta ahora casi la mitad del total de grano que discurre por las llamadas líneas de solidaridad de la Unión Europea. Estados Unidos aportará asistencia técnica para que el canal funcione día y noche. La capacidad del puerto de Constanza, adonde se dirigen muchos cargueros de vuelta del Danubio, será ampliada, se abrirán nuevos pasos fronterizos con Ucrania y reactivará una conexión ferroviaria. (…) supone que los ucranianos lleven su carga al puerto rumano de Galatsi en lugar de a los suyos propios de Izmail y Reni: no se espera que Rusia ataque un puerto de un país miembro de la OTAN.” (La Vanguardia, 21-08-2023).

La UE ha levantado las limitaciones para la exportación de cereales desde Ucrania y, acto seguido, Hungría y Polonia han impuesto automáticamente sus prohibiciones y las han incrementado a otros productos: “Hungría (…) firmó el viernes una orden ejecutiva que prohíbe a Ucrania vender 24 productos, entre ellos vino, carne de vacuno, maíz, semillas de girasol y cebada. Las restricciones anteriores se aplicaban sólo a cuatro productos.

Las restricciones no se aplican a los productos ucranianos en tránsito hacia terceros países, siempre que salgan de Hungría en un plazo de 15 días.” (Bloomberg, 15-09-2023).

 

Desarrollo de la guerra en Ucrania

EEUU ha aprobado proporcionar bombas de racimo al ejército ucraniano mientras Rusia ha aumentado la edad militar para incrementar la carne de cañón disponible para la guerra. Ucrania ha intensificado sus ataques con drones y misiles dentro de Rusia, así como contra una barcos rusos, militares o petroleros que circulan por el Mar Negro. Rusia ha respondido a su vez con bombardeos indiscriminados. En este BAÑO DE SANGRE y destrucción, las víctimas las pone la clase obrera – de uniforme o sin uniforme – de los dos países beligerantes.

En paralelo, Turquía ha aceptado la adhesión de Suecia a la OTAN. Y, hablando de la OTAN, a un alto mando de la OTAN se le escapó que “una solución podría ser que Ucrania renuncie a territorio y, a cambio, logre la membresía en la OTAN” (El País, 17-08-2023). Pese a todas las rectificaciones posteriores, hay dos elementos que traslucen claramente: 1) llegada la hora de la verdad EEUU y sus aliados dejarán tirada a la burguesía ucraniana en su reivindicación territorial y 2) es una admisión de la incapacidad de la OTAN: la entrada en esa organización criminal debería servir para evitar la pérdida territorial pero la pérdida territorial se pone como condición previa a la entrada…

En agosto se ha mantenido una reunión con la participación de 40 países en Arabia Saudí, entre los que estaban China, Brasil, Sudáfrica y la India. La reunión fue calificada por Rusia de un “intento fútil de movilizar al Sur Global detrás de Zelenski” (La Vanguardia, 07-08-2023) y los representantes ucranianos admitieron que les habían transmitido que había que dar garantías de seguridad a Rusia contra la expansión de la OTAN.

La cuestión de fondo es: ¿quién puede presentarse como el garante de un futuro con alguna expectativa para el capitalismo ucraniano cuando la guerra termine? ¿EEUU y la UE? ¿o más bien China y otra combinación de países? Si el desarrollo de los acontecimientos evidencia que la primera opción no existe o es insuficiente, el capitalismo ucraniano se verá empujado a admitir los tratos con los Estados que actualmente son puntos de apoyo de Rusia.

Independientemente de cuál sea el desenlace de la pregunta anterior, cualquier ilusión pacifista en un capitalismo sin guerras es un estupefaciente social que entrega atado de pies y de manos al proletariado a su burguesía en el momento de la verdad: “6º (…) sin la liquidación revolucionaria del capitalismo, ningún tribunal de arbitraje internacional, ningún debate sobre la reducción de armamentos, ninguna reorganización “democrática” de la Liga de Naciones pueden preservar a la humanidad de las guerras imperialistas." (Condiciones de admisión, II Congreso de la Internacional Comunista, 1920).

En palabras de los Estatutos de la Internacional Comunista, aprobados en su II Congreso en 1920: "¡Acuérdate de la guerra imperialista! Estas son las primeras palabras que la Internacional Comunista dirige a cada trabajador, cualquiera que sea su origen y su lengua. ¡Recuerda que, debido a la existencia del régimen capitalista, un puñado de imperialistas tuvo durante cuatro largos años la posibilidad de obligar a todos los trabajadores del mundo a degollarse! ¡Recuerda que la guerra burguesa sumió a Europa y al mundo entero en el hambre y la indigencia! ¡Recuerda que, sin la liquidación del capitalismo, la repetición de esas guerras criminales no sólo es posible sino inevitable! (…) La guerra imperialista confirmó una vez más la veracidad de lo que podía leerse en los estatutos de la I Internacional: la emancipación de los trabajadores no es una tarea local ni nacional sino una tarea social e internacional." (Estatutos de la Internacional Comunista, II Congreso, 1920).

 

Algarada militarista en Rusia y su final

En Rusia, las contradicciones internas dentro de las distintas corrientes militaristas por el desarrollo de la guerra y el desgaste acumulado se sublimaron en la intentona militar protagonizada por los mercenarios del grupo Wagner contra la cúpula militar rusa. El golpe de fuerza no fue prácticamente combatido salvo algunos enfrentamientos, pero tampoco tuvo ningún gran apoyo.

De fondo, la decisión del Estado ruso de eliminar la existencia de una serie de ejércitos privados fundiéndolos con el ejército para minimizar el riesgo de levantamientos y actuaciones independientes por parte de estos ejércitos privados.

El gobierno ruso recibió rápidamente el apoyo de Turquía, China, Arabia Saudí, así como de Bielorrusia y los chechenos, desactivándose el golpe por parte de sus mismos protagonistas, con la promesa de no juzgar a los golpistas y desplazar sus unidades a Bielorrusia.

Después de escenificar el perdón y reintegración de la cúpula mercenaria, el aparato del Estado ruso empezó la depuración de las corrientes próximas al planteamiento del golpe con la destitución y desaparición de militares, detención de algunos elementos y el “accidente” del avión donde viajaba la cúpula del grupo mercenario.

De algaradas como éstas no saldrá nunca una reacción revolucionaria a la sangría imperialista, sino sólo un reforzamiento interno del militarismo.

 

El derrotismo revolucionario

Llegan noticias, aunque aisladas, de episodios de negativa a luchar tanto en el lado ucraniano como en el lado ruso. Es importantísimo que estos episodios aislados se generalicen y se llegue a la CONFRATERNIZACIÓN EN EL FRENTE, al rechazo a continuar con el baño de sangre en pos de la ganancia de las potencias capitalistas que están detrás de esta guerra imperialista, hacia el DERROTISMO REVOLUCIONARIO, la única táctica proletaria e internacionalista: En tiempos de guerra reaccionaria, una clase revolucionaria no puede dejar de desear la derrota de su gobierno (…) Los socialistas deben explicar a las masas que para ellas no hay más salvación que el derrocamiento revolucionario de “sus” gobiernos.” (El socialismo y la guerra, Lenin, 1915).

 

Por la revolución comunista internacional

Los actuales conflictos son la antesala de un conflicto mayor que ejecute la destrucción que el capitalismo necesita. Ante esta situación, para el proletariado mundial el único camino alternativo a ser inmolado como carne de cañón  en la matanza mundial es el de recuperar las consignas del derrotismo revolucionario, del internacionalismo de clase, su organización en Partido Comunista Internacional para la transformación de la guerra imperialista en guerra civil revolucionaria, el derrocamiento de su propia burguesía y la instauración transitoria de la dictadura del proletariado hacia una sociedad sin clases, sin propiedad privada, sin trabajo asalariado, sin régimen mercantil y de empresa.

La consigna de los revolucionarios a nivel mundial debe ser intransigentemente y sin excepciones:

  • Rechazo a todo nacionalismo: “los obreros no tienen patria”.
  • Rechazo a la solidaridad con la economía de la empresa y con la economía “nacional”.
  • Derrotismo revolucionario contra la propia burguesía en tiempos de guerra comercial o militar.
  • Organización conjunta e internacional de los proletarios de todas las lenguas en el Partido Comunista Internacional para la revolución comunista a escala mundial.

Para poder llevar a cabo esta tarea, la clase obrera necesita un Partido con una comprensión científica de la historia y un programa que no sea de reforma o conservación de la presente sociedad: este partido es el Partido Comunista Internacional que debe reunir la parte más avanzada y decidida del proletariado, unificando los esfuerzos de las masas obreras dirigiéndolas desde la lucha por intereses y resultados contingentes a la lucha general para la EMANCIPACIÓN REVOLUCIONARIA DEL PROLETARIADO.

 

¡POR EL INTERNACIONALISMO PROLETARIO!

¡ABAJO EL CAPITALISMO CRIMINAL Y ASESINO!

 

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